La Fuerza de Voluntad (2)
Continuación: de Fuerza voluntad (El querer)
La fuerza de voluntad es algo voluble y volátil que desaparece, se esfuma, fácilmente. Para algunos es más fácil, pero para la mayoría no lo es tanto. En cualquier caso, es necesario esforzarse y entrenarse para mantener una voluntad firme.
La fuerza de voluntad es necesaria para hacer posibles objetivos que queremos conseguir, pero la falta de auto control, las distracciones, los conflictos personales, etc., lo complican todo, y es algo que le ocurre a prácticamente todo el mundo. La diferencia entre los que consiguen las cosas y los que no las consiguen es, más que esa fuerza de voluntad, la intención de aumentar esa fuerza de voluntad, el valor que le damos al propio esfuerzo. En otras palabras: la clave para tener fuerza de voluntad es tener fuerza de voluntad para intentar tener más. Un poco enrevesado, ¿verdad?
Pues seré más breve: si quieres, puedes. ¿Mejor así?
La fuerza de voluntad se vincula al auto control, la determinación y auto-respeto. El control de los impulsos que es vital para una vida ordenada y exitosa. Ser capaz de decirte ‘no’ a ti mismo de vez en cuando es vital. Hacer sacrificios de vez en cuando y esforzarse pueden marcar la diferencia entre un logro feliz y una vida desperdiciada.
Ten cuidado y no te pases.
En muchas ocasiones le ponemos tantas ganas cuando descubrimos que querer es el primer paso que nos quemamos al poco de empezar. Vete poco a poco, con cabeza y conciencia, y analiza qué quieres, cómo lo vas a conseguir y por qué. Visualiza la meta, pero también el proceso.
No hace falta que lo anuncies a los cuatro vientos
La emoción de ponerse en camino puede hacer que lo digamos con mucho entusiasmo a los demás. Escucharás muchas tonterías, muchos comentarios derrotistas, mucha incredulidad. ¿ De verdad necesitas que te jaleen por el camino, que te aplaudan y te vitoreen ? ¿ Crees que los demás te ayudarán a alimentar tu fuerza de voluntad ? Si lo necesitas, busca a alguien que de verdad pueda hacerlo, porque la masa humana tenderá a tirar hacia abajo de ti, presos de envidia o temerosos de que al conseguirlo te sitúes por encima de ellos.
Ten en cuenta que el esfuerzo te consumirá mucha energía
Ejercer la fuerza de voluntad disminuye los niveles de glucosa en la sangre. La glucosa es el mismo combustible que alimenta tus músculos, por lo que hacer un ejercicio de fuerza de voluntad fatigará tu cuerpo como si hicieras ejercicio físico. Los investigadores han concluido que la fuerza de voluntad es muy similar a la fuerza física en que:
– La fuerza de voluntad es una respuesta de mente y cuerpo, no simplemente un modo de pensar.
– El uso de la fuerza de voluntad agota los recursos en el cuerpo (es decir, la glucosa disponible).
– La fuerza de voluntad es limitada (al igual que la potencia muscular).
– La fuerza de voluntad es entrenable (al igual que la potencia muscular).
Tenlo en cuenta para recargar tu cuerpo.
Manifiesta cuáles son tus valores fundamentales
Cuando te sientes débil, pronunciar en voz alta o para ti mismo cuáles son los valores en los que crees pueden ayudarte. En este sentido, los investigadores suponen que la razón de esto es que cuando somos impulsivos, dejamos de pensar y empezamos a actuar por instinto. Cualquier forma de romper con el “estado instintivo de la mente” puede ser una forma efectiva de recuperar las riendas de nuestro comportamiento.
Y si esto te pasa a menudo, pon recordatorios y mensajes de aliento a tu alrededor. Funciona.
Lo que no se usa se estropea.
Si no ejercemos la fuerza de voluntad, esta se vuelve flácida y llega la pereza. Así que no tengas miedo de participar en actividades que requieran esfuerzo. Prométete a ti mismo que no te darás por vencido, y ejerce esa voluntad, porque cuanto más se ejerza, más crecerá. Y si no tienes una meta que requiera de esa fuerza de voluntad, búscala y ponla a funcionar para que esté entrenada cuando te haga falta.
Evita el perfeccionismo.
No hacerlas cosas perfectas no es el fin del mundo. Sin embargo, desperdiciar energías en que sea perfecto puede acabar con nuestras energías y desviarnos de lo verdaderamente importante: conseguirlo. Puede que lo conseguido sea mejorable ahí tienes un nuevo reto si quieres, pero eso no implica que se haya fracasado. Mira para delante y si has conseguido algo, date por contento, si no lo has conseguido, pero lo has dado todo, también debes estar contento, pero al igual ya se te esta ocurriendo alguna nueva estrategia para lograrlo.