Era feliz y no lo sabía…
Qué diferente es surfear la vida por encima de sus olas a vivir sumergido, siempre medio ahogado, vapuleado por las corrientes marinas ¡Gozar la vida o sufrirla como si fuera un mar hostil que nos domina!. Rafael Santandreu
Innumerables oportunidades hemos dicho o escuchado a alguien decir esta frase, ¡era feliz y no lo sabía! Pero en la mayoría de los casos lo decimos de manera inconsciente, con ligereza, incluso lo hacemos como un mero chiste.
Corremos tras la felicidad, constantemente la estamos buscando, tratamos de crecer, de superarnos a nosotros mismos y de tener vidas satisfactorias ante nuestro enfoque.
¿Qué tal si la felicidad ha estado siempre a nuestro lado? ¿O mejor aún, dentro y con nosotros? La experiencia nos enseña que la felicidad no existe en su totalidad, logramos entender que se trata de momentos, de instantes, de circunstancias, y que no tiene mucha lógica pretender un estado de felicidad permanente, pero el asunto es que al sentirte pleno, en conformidad y armonía con tu propio ser, encuentras una consonancia casi permanente con el estado de la felicidad.
Vivir el momento presente, la experiencia presente, cada minuto de cada día, nos acerca a nuestro ser interior, que es luz plena y felicidad, que nos da la plenitud permanente, que nos permite ser amos y señores de nuestros actos y no da cabida a mirar al pasado y sentir que fuimos felices y no lo supimos ¿es esto posible?
Ocurre que nos desligamos del momento presente constantemente, vamos al pasado, a tomar cualquier recuerdo o pensamiento, y muy a menudo nos adentramos en el futuro, esto nos aleja del presente; es indispensable fundir el pasado y el futuro en un presente eterno y continuo, es un presente que nos permita estar conscientes de nuestra propia felicidad, que nos ahorre esa rara sensación que nos embarga de tener que buscar constantemente sensaciones placenteras en vivencias del pasado.
Cuando estamos en un ir y venir constante hacia el pasado y el futuro, dejamos d estar presentes en nuestro hoy, dejamos de ser conscientes de nuestro presente y nos perdemos nuestra propia felicidad, actuamos como espectadores cuando realmente somos los directores.
Es inútil volver sobre lo que ha sido y ya no es. Frédéric Chopin
Entender que lo que fue ya pasó, que jamás será igual, que no se repiten las mismas experiencias y de ser el caso jamás será la misma sensación, es un gran aporte para mantenernos en el presente, presentes en nuestras vidas, en nuestro hoy, en nuestro momento, sin juzgar, sin querer cambiar nada, sencillamente disfrutando lo que se nos está presentando y permitiéndonos aprender de ello.
¿Por qué debemos darnos cuenta de que éramos felices? ¿Por qué nuestra alerta se genera cuando sentimos tristeza y entonces comparamos? ¿Por qué necesitamos constantemente reafirmar que estamos bien o que estaremos mejor?
La vida es un regalo continuo, un viaje apasionante. Rafael Santandreu
Tenemos la capacidad de controlar nuestras emociones en su totalidad, de disfrutar, de sentir amor y placer; sin embargo, innecesariamente, nos llenamos de pensamientos irracionales, preocupaciones inútiles en la mayoría de los casos por cosas que no han ocurrido, permitimos que la negatividad tome espacio en nuestra vida.
Algo es real, algo está sucediendo constantemente, algo nos recuerda permanentemente que somos, que estamos y que existimos, esto es innegable y aunque lo reconocemos, pocas veces hacemos consciencia de ello. Tal sensación del ser, pleno, puro, omnímodo e infinito, es razón única y suficiente para ser felices. No tenemos que sentirnos infelices para pensar que éramos felices y no lo sabíamos, esto no es ni necesario ni racional, somos felices cada instante de nuestras vidas, está dentro de nosotros, en nuestro interior, podemos expandirlo por todo nuestro cuerpo, sentidos, sensaciones…vida.
Hagamos el ejercicio de mirar a nuestro alrededor, observar nuestro entorno, donde estamos, que hacemos, quienes nos rodean…más intenso, que pensamos, que ocupa nuestra mente, que ocupa nuestro ser…
Demos vuelta nuestra mirada hacia nuestro interior, dejemos de buscar fuera, delante o detrás, en el pasado, en el futuro, en lo que fue o pudo ser…dejemos de esperar, de pretender y de amargarnos la vida. La felicidad es, la felicidad está, nos fue regalada desde el instante en que fuimos concebidos y nos dieron un cajón de luz para llenarlo de vivencias, de amor y de felicidad.
Convierte tus recuerdos en eso, en vivencias pasadas, planifica, ¡sí hazlo!, pero no vivas en el futuro o en lo que esperas que sea, ¡vive hoy! ¡Se feliz hoy! ¡Regocíjate en tu existir hoy y enamórate de la vida… de tu vida!