7 Cosas que ya no afectan mi vida
Puede que nos cueste un poco, pero si somos muy afortunados y realmente deseamos tener una vida más relajada y en consecuencia, feliz, debemos ir filtrando la lista de las cosas que permitimos que nos afecten. Vamos limpiándola primero de todos esos pequeños detalles que más por capricho que por otra cosa, nos afecta y poco a poco, vamos llegando a esas cosas más trascendentales, en las que perdíamos energía y no eran otra cosa que un drenaje de vitalidad.
Todos podríamos hacer una lista con todas aquellas cosas que nos perturban, pero que si les restamos atención, se vuelven insignificantes, hasta invisibles. En mi caso particular decidí que no afectaría más mi vida lo que tuviese que ver con las siguientes cosas y ello se ha traducido en absoluta ganancia en mi vida.
- Ya no me afecta que los demás no actúen como me gustaría: No espero nada de los demás, acepto que yo tengo una manera de ser y eso está bien y que los otros también tienen una manera de ser, y eso también está bien. Todo el mundo está haciendo su parte con lo que tiene disponible y cada quien ofrece y proyecta lo que puede.
- No me preocupa no recibir lo que doy: Doy sin esperar nada a cambio, ni siquiera espero que me devuelvan un “buenos días”, los ofrezco por mí, porque me hace sentir bien… Sin embargo, me doy cuenta de que mientras más cosas buenas ofrezco, más de ello recibo, aunque no necesariamente de las mismas personas.
- Dejé de estresarme por no alcanzar un objetivo en un tiempo específico: La satisfacción la obtengo reconociendo que estoy dando lo mejor de mí y procurando a mi ritmo alcanzar lo que quiero, sin presiones, ni estrés innecesario, sin prisa, pero sin pausa.
- No me afecta lo que digan los demás de mí: Cada quien es libre de invertir sus pensamientos como quiera, si alguien piensa o siente algo de mí, está en uso pleno de su libertad, mientras no actúe en mi contra, no tendré motivos para perturbar mi tranquilidad.
- No me afecta el no ajustarme a los lapsos de tiempo dictados por la sociedad: Si me caso antes de tal edad, si tengo o no tengo hijos, si me he comprado una casa o si termino la universidad… Son cosas que solo decidiré solo yo si llevaré a cabo y de manera mucho más individual, decidiré en cual momento de mi vida lo ejecutaré.
- No me remuerde la consciencia dedicarme a mí: Antes sentía cierto remordimiento por dedicarme tiempo, por comprarme algo, por hacer cosas que solo me beneficiaban a mí… Ahora no solo lo disfruto, sino que lo procuro cada día. Mi relación conmigo, es la más importante, permanente y estable que tendré, así que mejor cultivarla y valorarla día a día.
- No intento controlar las acciones de los demás: Cada quien tiene libre albedrío, eso representa libertad en el proceso, cada quien aprende a su paso, decide y crece a su ritmo y bajo su esquema de prioridades, ¿cuál es mi trabajo? Respetar y permitir, no soy el director de una orquesta, solo puedo escuchar o acompañar las melodías que cada quien decide interpretar.
Por esto y más cada día me siento más libre, pero a la vez más libre y con un compromiso gigante conmigo, mis proyectos, mis sueños y esto es bastante cercano a lo encontrar la verdadera felicidad.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet