8 Cosas que no se pueden comprar con dinero
No podemos negar que el dinero es un factor importante para la obtención y disfrute de bienes y experiencias que podrían hacernos la vida más sencilla y gustosa. Sin embargo, hay una gran cantidad de cosas esenciales que el dinero no las puede comprar (para todo lo demás…) y en esta oportunidad vamos a mencionar ocho de ellas, para que recordemos apreciarlas y darles el reconocimiento que merecen.
- El tiempo: El tiempo puede resultar lo más preciado, el tiempo pasa aunque no hagamos nada, aunque hagamos millones de cosas, la vida no espera y cada día sumamos experiencias, pero descontamos de ese total disponible.
- La salud: Si bien es cierto que la salud es un factor que puede verse influenciado por el dinero, partiendo desde la parte preventiva, hasta la curativa, el dinero no es capaz de mantener nuestra salud por sí solo. De hecho si partimos de la teoría de que la salud física es una consecuencia de nuestra salud emocional, pues podríamos estarla desvinculando mucho más del dinero.
- Los amigos: Hay amigos del dinero, interesados, oportunistas, pero a los verdaderos no les importa si estás en un yate o en una choza. La amistad sincera se siente, no se contabiliza por beneficios materiales.
- El amor: Al igual que en el caso de la amistad, existen amores movidos por el interés y la dependencia, pero el amor verdadero no se compra, es independiente del dinero, es capaz de comprender, de apoyar, de estar, mientras el dinero puede ir y venir. Aunque ciertamente cuando hay problemas económicos las relaciones se resienten en consecuencia, sin embargo el sentimiento si es puro, está allí.
- La fe: Esa sensación de no tener certeza, ni entender cómo, pero confiar en que obtendremos un resultado no se compra con dinero, solo se siente, vibra en nosotros.
- La lealtad: La lealtad es un principio que garantiza el hacer lo mejor posible con el fin de no dañar a quienes depositaron su confianza y su afecto en nosotros, representa un compromiso que se asume desde el corazón y solo desde allí puede sostenerse.
- Los sueños: Nuestros sueños constituyen ese motor que nos levanta y nos impulsa a estar donde queremos, no está en venta… Quizás las maneras de alcanzar nuestros sueños se faciliten con dinero, pero el tenerlos y cultivarlos nada tiene que ver. Muchas veces vemos personas con muchísimo dinero sin sueños, ni propósitos y otras vemos personas que sus sueños los han llevado tan arriba que se pierden de vista.
- La felicidad: La felicidad es tan relativa, a veces la asociamos a cosas, a relaciones, a roles, a logros, pero la felicidad real, parte de nuestro interior independientemente de lo que esté ocurriendo afuera, es por ello que es un estado tan anhelado, porque siempre van a existir complicaciones, situaciones no deseadas, pérdidas, etc. Pero es nuestra manera de mirar y apreciar, de andar por la vida, lo que marcará la diferencia… Y vale la pena entender que esto no tiene nada que ver con los ceros en una cuenta.
Como vemos lo más importante no puede ser comprado, sin mencionar las sonrisas, los amaneceres, el poder respirar, un abrazo, ¡la libertad!, etc., etc., Así que valoremos, pensemos en el dinero como un canal facilitador y no como una varita mágica. Pensemos desde la prosperidad y desde allí crearemos nuestra realidad, sabiéndonos merecedores de todo, así podremos disfrutar de lo más valioso y a su vez, el dinero nunca nos faltará.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet