RINCÓN del TIBET

Tú serás mi pareja para toda la vida

Tú serás mi pareja para toda la vida

Aún tenemos en mente lograr encontrar a nuestra pareja ideal, esa persona que nos complemente y que tengamos a nuestro lado para toda la vida. ¿Qué está fallando entonces?

Quizás no escojamos correctamente, quizás estamos tan obsesionados que tropezamos siempre con la misma piedra sin darnos cuenta. Lo más curioso es que cuesta mucho elegir bien a la pareja que queremos tener a nuestro lado durante el resto de nuestros días. Algo falla, algo no estamos haciendo bien.

Ser una pareja perfecta no significa no tener problemas, sino saber superarlos juntos

Lo esencial es invisible a los ojos

Ya lo decía el Principito en su libro. Hay cosas que aún no hemos aprendido y es a ver más allá de la mera apariencia física, incluso de los gestos y actos que se muestran. Realmente, la esencia de una persona apenas se puede percibir, tienes que fijarte, que observar bien, y aún así será difícil.

¿Cómo puedo entonces adentrarme en esa invisibilidad que no puedo vislumbrar aún? Parece que hubiese que despejar esa niebla que tenemos en nuestros ojos y que nos impide ver con claridad.

Una buena relación es cuando alguien acepta tu pasado, te apoya en tu presente y motiva tu futuro

No mires con tus ojos, mira con tu corazón

Ponte en esta situación, imagina que fueses ciego. ¿Pensarías lo mismo sobre tu pareja? ¿Serías capaz de fijarte en él o ella, o de enamorarte? ¿Qué ves con el corazón y qué ves con los ojos?

Es muy importante hacer este ejercicio para liberarnos de lo que realmente ven nuestros ojos, pero no nuestra alma. Es una buena manera de dejar de ver lo que se quiere ver, para empezar a ver de verdad lo que realmente es. ¿Te gusta lo que ves? ¿Qué te disgusta? Todo esto será esencial. El físico no lo es todo…

No trates de cambiar

En ocasiones, tratamos de cambiar aquello que no nos gusta de alguien a quien “queremos”. Pero, ¿si lo queremos por qué lo cambiamos?

Estamos acostumbrados a, quizás, manejar las situaciones a nuestro antojo y no nos damos cuenta de que hay cosas que no podemos controlar, que se escapan de nuestras manos. Escoge a tu pareja en función de que mantenga una apertura de mente que os permita evolucionar, aprender juntos, experimentar en la vida. Pero, no la cambies, porque la personalidad es una y única.

Compartir cosas os unirá

Bien es cierto que se dice que los polos opuestos se atraen, pero ¿cuánto hay de cierto en esto? Necesitamos tener ciertas cosas en común con nuestra pareja para poder hacer cosas juntos que os gusten a ambos. No es cuestión de que os guste a los dos siempre todo lo mismo, si no que compartáis ciertas cosas.

Cuando dos personas son muy diferentes y no tienen pasiones comunes, les resultará muy difícil construir recuerdos agradables

-Jennifer Delgado-

Busca tolerancia, comprensión y que demuestre sus sentimientos

Todos cometemos errores, por eso encontrar a alguien que sepa perdonarnos y que nos comprenda será esencial para poder tener una relación sana.

Asimismo, es muy importante que nuestra pareja sea abierta a mostrar sus sentimientos. No tenemos porqué intuir lo que siente por nosotros, ni tenemos porqué suponer ciertas cosas. Declara abiertamente hablar sobre vuestros sentimientos y demostrarlos a diario. Esto es muy importante, algo que con los años se pierde porque “se supone ya lo sabe”.

Fuerte, pero sensible a la vez

Todos somos fuertes a la par que sensibles. Esto es el equilibrio que necesitamos y que deseamos tener en nuestra pareja. No debe de ser ni muy fuerte que resulte como una muralla infranqueable, ni muy sensible que te obligue a ti ser más fuerte aún.

Además, en ocasiones, una excesiva sensibilidad se traduce en inmadurez y una excesiva fortaleza se acaba convirtiendo en posesión. ¡Cuidado!

Hay situaciones en la vida en que la verdad y la sencillez forman la mejor pareja

-Jean de la Bruyere-

Considero que el mayor error que cometemos es intentar cambiar a alguien o esperar que esa persona cambie. Pasado el tiempo, nos damos cuenta de ciertas circunstancias que no nos gustan de la persona que tenemos a nuestro lado. ¿Hemos elegido mal? ¿Hemos estado cegados?

Lo normal es no ver defectos al principio de una relación, pero pasado el tiempo esto cambia. Elige bien, aunque el corazón es el que manda al fin y al cabo. Si sale bien, enhorabuena, y si no sigue intentándolo. Tu pareja para toda la vida existe, te está esperando.

 

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