El “ya no confío en ti” duele más a quien lo dice, que a quien lo escucha
Lamentablemente muchos no identificaremos con esta frase “ya no confió en ti” que resume el haber sido traicionados, timados o engañados, por quien solía contar con nuestra confianza. Cuando una persona engaña, ella es quien está estableciendo las dinámicas de juego, ella está decidiendo por todos los involucrados, ella está poniendo en riesgo su integridad y su imagen en caso de ser descubierta y al asumir ese riesgo, también debe hacerlo a sabiendas de que su relación con quien está engañando también se verá afectada.
Pero es su decisión, nadie obliga a otra persona a engañar, a mentir, siempre hay otras alternativas, quizás de entrada menos cómodas, pero sin duda de mayor ética, de mayor calidad humana, de mayor valentía. Sin embargo, si ya esa persona traiciono, no debe sorprenderle que su pareja lo descubra y le diga “ya no confió en ti”.
No siempre nos topamos con personas valientes, no siempre nos encontramos con personas que saben cuidar sus afectos, sus relaciones, a quienes quieren y sobre todo a quienes le quieren… Hay muchas fachadas sin nada detrás, hay muchas personas egoístas que solo piensan en su felicidad, sin importar a quienes se lleven por el medio, inclusive si esas personas que resultan atropelladas por sus engaños, son quienes más los aman.
No confió en las personas que cambian su actitud cuando están con otras personas…
Una persona egoísta, normalmente dista de lo que representa el amor propio real, porque quien se ama a sí mismo se respeta, se cuida y es capaz de dar a los demás lo mismo que puede ofrecerse a sí misma.
El dejar de confiar en alguien por haber sido traicionados es una de las consecuencias, que marcan una nueva etapa, que independientemente de que los lazos se mantengan o se rompan, las cosas nunca vuelven a ser como antes, algo se quebró, algo que no se repara, que puede restaurarse muy cuidadosamente, pero las fracturas siempre estarán y como un espejo estallado al que se le han unido sus trozos, ya el valor no es el mismo, la proyección no es la misma…
Muchas veces el simple hecho de mirarse en ese reflejo causa dolor, volvemos a recrear la imagen del espejo quebrándose, luego de haberlo cuidado tanto, sabemos que ya nada es igual, sentimos al tacto sus separaciones y vemos nuestra imagen distorsionada en ese reflejo… El quiebre de la confianza si es que llega a recuperarse tarda demasiado en hacerlo, es un proceso complejo, arduo, doloroso, en donde debe prevalecer la paciencia, el amor, la empatía y sobre todo el cuidado, la honestidad y las cosas muy claras con la intención de reconstruir algo que no es reparable.
Definitivamente quien engaña, quien miente, quien traiciona, debe estar preparado para recibir la frase “no confió en ti” y eso significa perder a quien ama y quien lo ama y debe tener el valor de afrontar las consecuencias que sus desastres generen.
No confió en cualquiera, porque la gente esta acostumbrada a ser falsa y traicionera
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet