Y así, sin más… Te dejé y te olvidé
Sé muy bien por qué estoy hoy aquí, no vengo a pedirte una segunda o más bien tercera oportunidad; justo hoy la oportunidad me la doy yo misma, siempre debió ser así.
Pero querido… Hoy vengo por una simple razón, tal vez debí darme cuenta hace tiempo, pero hoy es el mejor momento. Tenía mucho tiempo que no sabía nada de ti (mentira) evitaba cualquier plática sobre ti, no quería que nadie confirmara lo que yo ya sabía, pero las noticias corren muy rápido y la “fuerza” que creí tener también.
No pude evitar curiosear en tu perfil; fue cuando comprobé que todo lo que yo creía era verdad, pude ver yo misma la crueldad y la rapidez con la que me sacaste de tu vida y tus planes; lo más curioso de todo es que no me dolió, no sentí nada.
Simplemente algo se accionó en mí, en mis adentros una nueva yo nació, vio que también era capaz de ser feliz, finalmente elegiste a las personas con las que tú querías estar y evidentemente yo no era una de ellas; espero que te gusten tus elecciones, siempre has sido fuerte y capaz, pero también siempre regresas aquí, donde siempre encuentras una puerta abierta; sin embargo, hoy la cierro, la cierro completamente porque no mereces algo que ni siquiera has buscado.
Y sin más, te dejé de buscar, no haré la tontería de bloquearte de Facebook, simplemente haré lo que debí hacer hace mucho tiempo, dejar de buscar, dejar que las casualidades ocurran, buscando encontrarte en cada esquina o parada, esperando que regresases a mí, eso que sentí cuando te vi, eliminó todo lo tuyo que había dentro de mí. Olvidé lo que se siente caminar contigo de la mano y está bien, se siente bien… ¡Me siento libre!