Un amigo fingido es peor que un enemigo declarado
Los amigos que hacemos en la vida, los verdaderos, los genuinos, los reales, pueden llegar a contarse con los dedos de una mano y aún así sobran dedos, a lo largo de nuestra vida, con cada vivencia, vamos aprendiendo y comprendiendo quienes son realmente esas personas que nos aman tal cual y como somos, que no esperan nada de nosotros, que conocen lo peor de nosotros y aún así nos defienden, nos apoyan, se solidarizan y lo más importante de todo, no tienen la menor duda de indicarnos cuando estamos haciendo algo indebido o simplemente estamos obrando mal.
Todo el mundo quiere la verdad pero nadie quiere ser honesto. Desconocido
La vida nos enseña de caretas, de máscaras, de falsas miradas y sonrisas peligrosas, nos enseña que no todo lo que brilla es oro y que muchas veces quienes pensamos es un gran amigo, resulta peor que cualquier otro enemigo que pueda transitar junto a nosotros el camino recorrido, de allí las grandes decepciones, duele darse cuenta que un amigo te ha traicionado, que te ha jugado sucio o que simplemente no resultó ser quien pensaste que era.
Obviamente no podemos catalogar a cualquier persona de amigo, pero tampoco de enemigo, solo porque en algún momento nos llevaron la contraria o simplemente no actuaron según nuestros propios intereses, debemos ser bastante sensatos a la hora de determinar si un amigo no es tal, por lo general nos complacemos de aquellos que nos adulan, que nos siguen, que nos toleran, pero no es precisamente el mejor amigo, aquel que no es capaz de decirte frente a la cara que estás equivocado, por el contrario, un verdadero amigo será el primero en hacerte ver tus errores.
La única cosa peor que un mentiroso es una mentiroso que también es hipócrita. Tennessee Williams
Los enemigos por su parte, siempre actúan con mayor astucia, bajo sus intenciones siempre privarán sus propios intereses y si de paso tienen una impresión negativa de tu persona, cualquier oportunidad será buena para hacerte perder terreno y perjudicarte de ser necesario, sin embargo, eso ya lo sabemos, por lo general al reconocer a quienes se pueden considerar enemigos, en cualquier espacio, sencillamente somos más cautelosos y precavidos, no se trata de enemigos de vida que debemos llevar a duelo, una persona amante de la intriga por ejemplo, puede convertirse en adversaria si en alguna oportunidad decides no hacerte cómplice de sus comentarios negativos, cualquier simple detalle puede generar adversarios, también son parte de la vida los antagonismos.
Sin embargo, en los amigos confiamos, creemos en ellos, compartimos planes, alegrías y peor aún grandes debilidades, les confiamos secretos y somos vulnerables ante ellos, pues son nuestros confidentes, de manera que un amigo fingido maneja mucha más información, y de mayor valor que cualquier enemigo posible, esto lo hace mucho más peligroso para ti que un enemigo.
Vive la verdad en lugar de profesarla. Elbert Hubbard
Debemos estar atentos, las señales siempre nos dan indicios de aquellas personas que sabemos están incondicionalmente desde la bondad, desde la honestidad y desde el amor, debemos estar lúcidos para aprender a discriminar y especialmente entender y aceptar que las caretas existen y que mirar hondo, profundo y observar siempre, pueden resultar nuestras mejores armas.
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