RINCÓN del TIBET

¡Todos los días es tu día!

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¡Todos los días es tu día!

El día de hoy es de reconocimiento mundial al sexo femenino, fecha con significado histórico, que nos recuerda el valor de la mujer y sus derechos ganados a pulso a lo largo del tiempo.

Sí, ciertamente existe un 8 de marzo para celebrar y conmemorar, pero la realidad es que el reconocimiento a la mujer debe hacerse todos los días y quizás lo más importante en todo este tema corresponde al reconocimiento y el valor cada mujer se hace a sí misma a diario.

Evidentemente vivimos en una sociedad llena de estereotipos, de patrones de belleza, de juicios de valores, de ideas preconcebidas, que nos hacen inclinarnos a querer encajar en esos patrones, para algunas con mayor facilidad que para otras. Independientemente de que encajes o no en un patrón, lo relevante es reconocer tus individualidades y lo que te hace realmente hermosa, importante, amada.

Todas las virtudes de una mujer se ven potenciadas cuando ella misma las puede identificar, cuando se siente plena, cuando se siente a gusto y agradecida con tener la experiencia de ser mujer. Por lo general las mujeres solemos ser multifacéticas y nos ha costado bastante que nos desliguen de ciertos roles que por naturaleza no se pueden suplantar, pero que por elección podemos no tomar o postergar el tiempo que queramos.

Las mujeres llevan en su esencia la sensibilidad, la intuición, el instinto de cuidado y de protección, pero adicional a esas características sublimes, la mujer es muchas veces pilar de contención de la familia, planificadora, ejecutiva, gerente… tanto a nivel personal como laboral. No se trata de hacer una comparación con los hombres, pero sin duda serían pocos los que de manera exitosa pudiesen abarcar toda la gama de roles de la mujer y seguir teniendo energías e inclusive amor por su existencia.

Las mujeres llevan en sus venas el poder descansar menos, el estar alertas, el dar amor y contención, inclusive el alimentar, aunque no deba ser ninguno de los roles impuestos o adoptados a fuerza, porque se supone que les correspondan.

Cada quien hace con su vida lo que le plazca y eso no debe estar asociado a un género, sino a una condición humana, donde la libertad sea el punto desde donde se toman las decisiones. Ninguna mujer debe estar obligada a nada que no quiera hacer, ella al igual que todos los seres humanos debe asumir sus compromisos y sus caminos de acuerdo a lo que su corazón dicte.

Muchas mujeres, no solo en países en donde la desigualdad de condiciones de género es tan marcada, se sienten  presionadas y frustradas por vivir una vida que les fue impuesta, pero solo de ellas partirá la decisión de actuar de acuerdo a lo que solo a ellas les haga felices, pero lo primero que debe ocurrir para que se generen cambios positivos es que cada mujer se sienta merecedora y con derecho de vivir la vida que quiera para ella.

Mujer, tienes los dones más maravillosos y la capacidad de transformar lo más frío en lo más cálido, de sanar con tu amor, de dar vida, de hacer miles de cosas a la vez… Tu fuerza quizás no se evidencia con proezas físicas, pero sí con cada paso que das con determinación, con la capacidad que tienes para levantarte tras una caída e incluso para sonreír cuando te sientes rota por dentro.

Siéntete orgullosa de vivir esta experiencia con la plenitud de lo que significa ser mujer, no hay nada que no puedas hacer… ¡Felicidades, hoy y todos los días!

Acéptate, ámate y valórate…

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

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