Ten paciencia contigo mismo, todos nos recuperamos a diferentes tiempos
Cada uno de nosotros de seguro tiene una historia que contar de su vida, en la cual haya tenido que recuperarse a nivel emocional, algunos habrán atravesado duelos, otros decepciones, otros habrán tenido que afrontar cambios que no deseaban y para los cuales no estaban preparados, entre otras múltiples causas… Y la manera en la cual cada quien asume su proceso, sin duda resulta en algo muy personal, por eso tienes que tener paciencia contigo mismo.
Algunas veces podemos ser muy severos con nosotros mismos, al ver que nos enganchamos a una situación que nos genera dolor, incomodidad, angustia… Tratamos por todas las vías de evitar sentirnos así y en muchas ocasiones invertimos mucha energía en tratar de evitar sentir malestar.
Mientras mayor sea la resistencia que le ponemos a una situación, mientras más la neguemos, mientras más peleemos con ella, más persistirá… Lo que evitamos, lo atraemos. Y en ese proceso de lucha con nosotros mismos, estamos a su vez socavando parte de nuestro amor propio, nos estamos maltratando, nos estamos culpando por algo que en este preciso momento quizás no podemos afrontar de una manera diferente, y por esto tienes que tener paciencia contigo.
Lo más conveniente en todo caso es tener paciencia contigo mismos, ser amoroso, ser nobles. SI alguien ha superado una situación similar en menos tiempo, no significa que nosotros estemos haciendo mal las cosas, ¿que podemos reorientar nuestros esfuerzos? Es verdad, pero debemos hacerlo desde el amor propio.
Si ya tenemos una herida encima, no es necesario hacernos otra. Debemos entender que debemos cuidarnos a nosotros mismos, como si se tratase del ser más importante de nuestras vidas, porque a fin de cuenta, eso somos, aunque la mayoría de las veces no podamos reconocerlo. Nos debemos respeto, consideración, paciencia… Nos debemos el tratarnos sin juzgarnos, sin menospreciarnos, sin culparnos.
Entendamos que debemos enfocarnos en donde queremos estar, en lugar de centrar nuestra atención en la situación de la cual queremos salir. Esto nos conecta con otra creación y nos ayuda a cambiar nuestra realidad. Esa es la forma de acelerar los procesos, de inyectarnos energía. En lugar de inyectarnos más dolor, en lugar de buscar mil formas de sanar y revivir una y otra vez el dolor, debemos intentar una nueva creación desde el bienestar.
Cuando nos tratamos con consideración y respeto, evidentemente sin darle cabida a la víctima que todos llevamos dentro por mucho tiempo, podemos ir recuperándonos de cualquier situación, sin dañarnos más en el proceso.
El amarnos de forma incondicional siempre sumará a nuestras vidas nuevas perspectivas, que resultarán de gran importancia para avanzar por los caminos que vamos creando… Nunca te dejes de lado, no te atropelles, ni te empujes, que tu guía siempre provenga del amor, porque es eso lo que determina el ritmo perfecto para ti.
Ten paciencia contigo mismo, te recuperaras en el momento indicado…
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet