Simple: Si algo no te nace, no lo hagas o no lo digas
Solo tú puedes obligarte a hacer cosas que no quieras hacer. Siempre tendrás el poder de decidir entre las opciones que tengas. Es cierto que en algunas oportunidades podemos sentir como si no tenemos más salidas, pero si nos esforzamos un poco podremos ver cómo otras alternativas se asoman para ser consideradas.
No te acostumbres a hacer las cosas por obligación, es como donar el control sobre tu vida, como si cualquier cosa, situación o persona tuviese más potestad que tú mismo para determinar qué es lo que tienes que hacer tú ¡No lo permitas!
Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella. ― Facundo Cabral
Hay muchas cosas que aceptamos y a las cuales nos sometemos por no saber decir que no, por no quedar mal, por miedo al rechazo o porque sentimos que es nuestra responsabilidad, no lo hagas. De todos los argumentos el único que puede tener validez es el sentirnos responsables, que en caso de no querer incumplir con lo que hemos asumido como compromiso, podemos cambiar la manera de verlo, asumiendo las cosas con la mejor actitud, considerando que a pesar de tener diferentes opciones, hemos elegido responder de una manera determinada.
A veces decimos cosas que no sentimos y generamos en quienes nos escuchan expectativas diferentes a lo que en realidad son nuestras intenciones, así que no lo digas. Debemos ser cuidadosos con nuestras palabras, ellas llevan consigo un compromiso, una imagen, ligados a nuestra credibilidad y el hecho de decir lo que no sentimos nos coloca en una posición que puede poner en riesgo nuestra tranquilidad o por lo poco la confianza que generemos.
La actitud que tomamos es determinante en cada una de las cosas que hacemos y nos hará sentirnos cómodos o desgraciados ante una misma situación. La vida tiene trayectos sencillos y otros complicados, en algunos momentos nos sentiremos felices con lo que nos rodea y lo que somos y en otros (por lo general, la mayoría), iremos encontrando motivos y argumentos para sentirnos inconformes.
La felicidad es opcional y depende de algo interior, que descubrimos o no… nuestra actitud está ligada a ese estado en el cual todo está bien, aun cuando no se aprecie de esa manera. Aprendamos a colaborarnos, no nos compliquemos la vida asumiendo las cosas de manera obligatoria, menos hagamos que nuestras palabras vayan en nuestra contra, especialmente si lo que buscamos es la aceptación de otros. Entendamos que la única aceptación relevante, es la propia.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet