RINCÓN del TIBET

Si no sabes quitarte el estrés, no te lo pongas

Si no sabes quitarte el estrés, no te lo pongas

Es sencillo escribir y leer  “Si no sabes quitarte el estrés, no te lo pongas”, pero la realidad muchas veces nos hace qué digo “ponernos el estrés”, nos hace adoptarlo como nuestro uniforme de batalla diaria. Nuestras actividades diarias, nuestras responsabilidades, el tráfico, el trabajo, etc, muchas veces nos hacen caer en un estado físico agobiante, donde podemos sufrir diversos trastornos por sentir que somos incapaces de llevar a cabo alguna actividad o resolver alguna situación con los recursos de los que disponemos.

Escuchamos hablar frecuentemente de todas las consecuencias del estrés en nuestra vida, en nuestra mente, en nuestro organismo, el estrés viene de la mano con una reacción química en nuestro cuerpo (como todo lo que nos ocurre a nivel físico), donde las hormonas segregadas sabiamente nos colocan en una posición de alerta ante una amenaza, generando una serie de efectos en nuestro cuerpo:

Aumento de la frecuencia cardíaca: Nuestro cuerpo, como lectura de un incremento de adrenalina ante la situación de estrés, asume que debe llevar más oxígeno a los músculos, para asegurar una respuesta motora.

Tensión muscular: Así como nuestro corazón bombea más sangre, nuestros músculos se tensan esperando la acción, al no producirse esa respuesta motora, lo que hacemos es generar dolores musculares e inclusive lesiones.

Respiración acelerada: Nuestro cuerpo ordena una rápida captación de oxígeno necesaria para la producción de energía, produciendo a la larga angustia, fatiga, etc.

Estado de alerta de nuestros sentidos: la vista y el audio principalmente se sensibilizan y si no logramos controlar nuestro estrés nos produce agotamiento y malestar.

Sueño irregular o vigilia: Cuando estamos estresados, baja la producción de serotonina que se convierte en melatonina, que entre otras cosas regula nuestro sueño, apetito y temperatura.

Esto es solo el intro de lo cómo reacciona química y físicamente nuestro cuerpo ante el estrés, él funciona perfectamente, reacciona perfectamente, sin embargo, como por lo general lo que nos genera estrés no es un tigre corriendo hacia nosotros, esta respuesta no es necesaria y produce a largo plazo males mayores a nuestro organismo, sometemos a nuestro cuerpo a una situación forzada, donde por atender una situación de emergencia, “descuida” parte de sus otras funciones, las que son de placer (alegría, ilusión, descanso), de defensa de nuestro sistema inmune, etc.

Estresarnos por cortos períodos de tiempo en principio no debería generarnos un mal mayor, nuestro cuerpo está preparado, sin embargo, prolongar este estado, sí que nos trae consecuencias.

Por lo anteriormente descrito es de importancia vital evitar estresarnos. Para ello podemos recomendarte algunos tips generales:

Procura levantarte temprano: Cuando nos despertamos tarde, desde allí comienza un caos en nuestra vida, corriendo, haciendo todo apurado y seguramente como estamos apurados, habrá más tráfico, olvidaremos algo en casa o cosas así para poner más dramatismo al escenario. Levantarnos a tiempo nos evita todo el ataque a nuestro sistema nervioso ante la primera experiencia consciente del día.

Prepara en tu agenda cómo distribuirás tu jornada: Programar tus actividades te permitirá hacer un manejo más adecuado de tu tiempo.

Descansa: Muchas veces no paramos cuando estamos haciendo una actividad, no tomamos una pausa hasta terminar, es recomendable tomar pausas en nuestras jornadas, levantarnos si estamos frente a la computadora, caminar un poco, estirar nuestros músculos, cada 20 minutos debemos hacer una pausa para descansar nuestra vista, de al menos 20 segundos, ver algo situado a lo lejos es suficiente para relajar los músculos de nuestros ojos. Independientemente de la actividad toma pausas para darle descanso a tu cuerpo y tu mente. Procura dormir de 6 a 8 horas, si apagas todas las luces será más reparador tu sueño.

Piensa positivo: Cuando pensamos de forma positiva, nos sentimos más capaces de hacerlo todo! Nos sentimos enérgicos, no nos atacan dudas que nos hacen perder tiempo, ni el desánimo que nos paraliza.

No te anticipes: Esto no quiere decir que no intercambies actividades dentro de tu programación, o no realices algo antes de lo previsto, va en onda con que te enfoques en la actividad que estés haciendo, sin pensar en la que harás posteriormente.

Si aplicas estos tips y aún así, entras en alguna situación de estrés: Respira! Suena trillado, pero es lo que te trae a tu presente, donde seguramente las cosas no están tan mal, en el aquí y en el ahora, por lo general están peor en las proyecciones de nuestra mente. Respirar calmadamente, si es posible procurando exhalaciones más largas que las inhalaciones, generará a tu cuerpo el control y la serenidad que necesitas, te ayudará a relajar tu mente y tu cuerpo. Particularmente si me estreso uso una especie de mantra mientras respiro: “Inhalo paz, exhalo preocupación”, te lo presto para situaciones de estrés, que espero sean pocas. Namasté.

 

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