RINCÓN del TIBET

No existirá en tu vida, si tampoco existe en tu mente

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Si no existe en tu mente, tampoco existirá en tu vida

Lo que albergamos en nuestra mente y mantenemos constantemente presente en forma de pensamientos, es lo que materializamos en nuestras vidas. Es por ello que la mayoría de las personas pueden dar un buen pronóstico de lo que existirá en sus vidas, porque lo que ellas creen de sí mismas, es lo que terminan por obtener.

Esto suena a que todos podríamos tener una vida soñada, con todas las cosas buenas que se nos crucen por la mente: salud, amor, dinero, viajes, pareja perfecta, familia ideal, buen físico, etc. existirá en nuestras vidas. Pero la realidad es que es un poco más complejo, porque nuestra mente pareciese jugar en contra, estamos acostumbrados a programarla con información que no nos favorece.

En nuestra mente desarrollamos patrones limitantes, asociados al miedo a fracasar, a no ser aceptados, a morir, a no ser capaces, a no ser suficiente, a no saber cómo actuar y así nos creamos referencias en las cuales nos sentimos merecedores o no de lo que nos interesa en la vida y a partir de estas creencias, es que existirán cosas en nuestras vidas.

Los estereotipos, la crianza, las creencias, las personas que nos influencian, la sociedad, son algunos factores que se dicen presente cuando se forman las creencias predominantes de lo que existirá nuestras mentes. Muchas veces no sabemos ni cómo ha llegado alguna de ellas a nosotros, pero la realidad es que allí está y mientras no la identifiquemos y la desmontemos si lo consideramos necesario, seguiremos generando pensamientos asociados a ella que muy probablemente no nos resulten convenientes.

El punto más relevante es que podemos comenzar a inculcarnos afirmaciones positivas, eso es un buen punto de partida, pero no resultará de utilidad si esto no se alinea a lo que creemos merecer. Debemos prestar atención que salta detrás de una afirmación positiva, porque eso es lo que nos dará la pista para encontrar la creencia que nos juega en contra.

Y cuando dejamos atrás lo que nos ha limitado hasta el momento, comenzamos a atraer lo que entra en sintonía con lo que deseamos y  se nos hace un poco más sencillo entender y aplicar que lo que no está en nuestra mente, no estará en nuestras vidas.

Por lo general cuando tenemos un problema, lo que hacemos es darle y darle vueltas en la cabeza, lo comentamos, nos preocupamos, intentando darle solución, pero no se nos ocurre restarle atención, no se nos ocurre imaginarlo como una esfera que podemos visualizar frente a nosotros e imaginar cada vez más distante y pequeña hasta desaparecer, porque no estamos conscientes del potencial de nuestra mente.

Desaparecer algo de nuestra mente, es desaparecerlo de nuestra vida. No es sencillo, pero lo podemos poner en práctica para ver lo poderoso que resulta e ir agarrando práctica para no darle cabida ni en pensamientos a aquello que no deseamos en nuestras vidas.

Somos lo que pensamos

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

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