RINCÓN del TIBET

Si amas a alguien díselo, los corazones se rompen a veces por palabras que no se dicen …

Si amas a alguien díselo, los corazones se rompen a veces por palabras que no se dicen …

Si amas a alguien díselo, los corazones se rompen a veces por palabras que no se dicen… llevó varios meses analizando esta frase y tiene razón, necesitamos comunicarnos, expresar lo que sentimos y no solo eso, es posible que alguien este esperando escuchar lo que le queremos y nos asusta decirlo, cuando queremos o nos atrevemos a hacerlo ha esperado tanto que ya no te escucha se ha marchado, entonces nos damos cuenta de lo que hemos perdido por no atrevernos o por miedo a amar.

Es fácil y difícil a la vez, solo hay que atreverse a decirlo porque eso no nos va a hacer más pequeños sino mucho más grandes… Una vez me dijeron que para ser un desgraciado solo tenias que decirle a la persona que amas lo que te hace feliz porque un día lo utilizaría contra ti… amar no es un símbolo de debilidad y entregarse tampoco, es un símbolo de fortaleza, porque si eres capaz de mostrarte tal y como eres, a pesar de dar pistas al enemigo siempre serás más fuerte que quien quiere hacerte daño. No hay que temer hay que amar. Unos no se deciden y otros se pasan la vida esperando algo que no llegara… no estamos coordinados para trabajar algunas veces en un equipo de dos, sino para escudarnos en una libertad individual mal entendida porque ser libre no significa no amar y estar solo…la libertad se comparte con quien más amas.

Cuando esperas que alguien alimente tu corazón con hermosas palabras y no llegan, la mayoría de las veces por pudor o bien por miedo a lo que estamos expresando al desnudar nuestra alma… el corazón se va haciendo cada vez más pequeño porque necesitamos de ese alimento para poder continuar latiendo y seguir amando… si al sediento se le da agua y al hambriento pan, porque no alimentar al corazón y a nuestro alma de la belleza de las palabras, esas palabras que cuando se ama de verdad algunas veces no nos sirven para expresar tanto como sentimos, haciendo que el se salga por la boca nuestro corazón con cada latido.

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