RINCÓN del TIBET

Se ven las caras, no los corazones

Se ven las caras, no los corazones

Las personas suelan acercarse naturalmente, la interacción entre los seres humanos es más una necesidad que cualquier otra cosa, de esta manera establecemos relaciones, formamos parejas, familia, vida social y nos consolidamos en muchos aspectos de nuestras vidas, bien sea profesional, cultural, social, familiar o de cualquier índole, constantemente estamos intercambiando con personas.

Todo el mundo quiere la verdad pero nadie quiere ser honesto. Desconocido

 

Suele ser bastante complicado llegar a conocer a alguien en su totalidad, si es bastante difícil llegar a conocernos a nosotros mismos, imaginen lo complejo que resulta llegar a conocer a alguien más, simplemente nos dejamos guiar por las apariencias, las impresiones y el poco o mucho intercambio que podamos tener con una persona, pero básicamente es un tema de instintos y de intuición, siempre tenemos esa vocecilla en nuestro interior que de alguna manera nos alerta o nos lleva a confiar.

Más allá de la manera a través de la cual nos relacionemos, no debemos olvidar que solo se ven las caras, lo físico, lo externo de las personas, no se conocen los corazones realmente, lo que hay en el interior de ellas y no podemos simplemente confiarnos de alguien por buena impresión que nos cause desde el inicio, siempre es aconsejable, darse un espacio y un tiempo para lograr intuir lo que realmente buscamos y que estamos viendo o no queremos ver.

Una cosa que no puedes ocultar es cuando estas lisiado por dentro. John Lennon

 

El conocer a las personas no es realmente un modo de vida, no podemos darnos a la plena tarea de aprender a ver el trasfondo de todo, pues simplemente terminamos sumidos en la entera desconfianza, se trata simplemente de ver hondo y observar siempre, hay personas que se ocultan en máscaras bastante genuinas y creíbles y en su interior no se compaginan en lo absoluto con lo que muestran o hacen ver, tanto para bien como para mal, siempre es mejor mantener este límite de seguridad.

Y es que estos temas son los principales causantes del sufrimiento, no dejamos de sorprendernos y de dejarnos afectar por las actitudes y acciones de los demás, nos hacemos expectativas, los creemos incapaces, confiamos, entregamos nuestro criterio y nuestra opinión en manos ajenas y muchas veces terminamos completamente decepcionados, bien sea por amor, por lealtad, por profesionalismo o por mera solidaridad, siempre es mejor no esperar demasiado de los demás, no por vivir amargado o resentido, sino sencillamente porque no es menester de nadie complacernos constantemente.

La esencia de la inmoralidad es la tendencia a hacer una excepción de uno mismo. Jane Addams

 

Gran parte del dolor que llevamos en nuestra vida, obedece a no conocer los corazones de las personas y llevarnos grandes sorpresas ante las cosas que ocurren, nos sentimos traicionados y no vemos que únicamente pudimos ver su rostro, el interior de las personas siempre es un mar oculto, que por más que nademos jamás sabremos del todo su profundidad, las personas cambian, los intereses se transforman, pero el corazón y su esencia queda intacto, solo el dolor, el amor y el sufrimiento logra traspasar cualquier barrera.

Presta atención a las personas que te rodean, no juzgues, no desprecies, pero tampoco entregues tu confianza sin motivo certero, evita hacerte expectativas de nadie y no pienses que como actúas tu con el otro ser, lo obligará a devolver la acción, cada cabeza es un mundo y cada quien lleva su propio pesar en su camino, confía, pero se sabio, no olvides que los corazones nunca los llegamos a ver, no al menos en primera instancia.

 

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