Sé la amiga de tus hijos, pero sin dejar de ser su madre
Una madre no es una persona en la que pueda apoyarse, sino una persona que hace que no necesite apoyarse en nadie.
Anónimo
Existe una línea muy fina entre ser flexible y rayar en la permisividad, muchas madres queremos ser amigas de nuestros hijos, convertirnos en sus confidentes, en sus aliadas y en sus verdaderas amigas, sin embargo, no podemos olvidar que antes que todo y antes que nada, seguimos siendo sus madres y es importante y necesario que ellos entiendan que existe un límite y que no debe ser cruzado.
No consiste en convertirnos en la madre imponente, en el ogro, en la amargada, por la falsa creencia de que desempeñaremos un mejor rol materno si actuamos de esta manera con nuestros hijos, sin embargo, debemos tener siempre presente que en la vida nuestros hijos tendrán muchos amigos, de variadas personalidades y más que necesitar amigos siempre van a requerir de la madre, es el único personaje que desempeña un rol fundamental en la vida de los hijos desde su nacimiento, si bien podemos escuchar a nuestros hijos y ser sus orientadoras, incluso aliarnos a ellos en ciertas cosas, hacernos sus cómplices en ciertos momentos, es importante que conservemos nuestro rol materno, pues es como madres que tenemos el don de orientar a nuestros hijos.
Prudente padre es el que conoce a su hijo. Williams Shakespeare
Es la representación materna la que refleja en ellos el respeto, el ejemplo y el patrón que deben seguir, qué ocurre cuando nos convertimos únicamente en amigas de nuestros hijos y dejamos de ser sus madres? cuando la confianza raya en el abuso y en el irrespeto? cuando nuestros hijos no encuentran un filtro apropiado para dirigirse a nosotros porque sencillamente nos hemos enfocado en ser sus amigas?… es esto bueno, es esto malo, eso no lo podemos determinar, no en el momento inmediato, por lo general son situaciones que traen consecuencias a la larga, cuando necesitamos actuar como madres y ya no somos reconocidas como tal.
Esta línea es muy delgada, es un velo muy delicado al cual siempre debemos estar atentas, es importante estar allí para nuestros hijos, en su niñez en su adolescencia y en su etapa pre adulta, cuando requieran de nosotras y requieran a su vez de un amigo, podemos cumplir esos roles pero no podemos olvidar nuestro rol principal.
Procura siempre que tu hijo mantenga el respeto, no por temor, sino por amor, que entienda que si bien existe la confianza para que pueda verte como amiga, eres principalmente su madre, aquella que representa el limite, la responsabilidad, el amor y que eres ese ser encargado de decir que sí y de decir que no cuando lo consideres pertinente.
Tus hijos siempre estarán rodeados de amigos, si bien eres una amiga más, no dejes de ser su madre, este rol representa un estado esencial en la vida de nuestros hijos, un apoyo que no van a obtener de ningún amigo, sin embargo, amigos encontrarán en cualquier lado, incluso amigos para los momentos específicos en los cuales requieren consejos específicos, más ese consejo que da la madre, desinteresado, incondicional, amoroso y experimentado no lo van a encontrar en ningún amigo.
El ser madre es una actitud y no una relación biológica. Robert Heinlein
Sé la madre de tus hijos, que ese papel materno incluye la amistad, incluye el apoyo, incluye la solidaridad y la complicidad en ciertos casos, pero no olvides jamás que eres su madre y es el rol que ellos siempre van a requerir de ti.
No permitas que el hecho de que tus hijos no te cuenten absolutamente todo de sus vidas genere en ti una angustia, al contrario, ellos encontrarán el espacio especial en el cual siempre van a requerir de ti, la confianza siempre viene sola por parte de nuestros hijos y va condicionada por el amor que le brindamos y los espacios que les demos para dirigirse y acercarse a nosotros, pero siempre siendo lo que ellos necesitan y a quien buscan, la madre, su hogar y su tranquilidad.
Te invitamos a visitar:
El mejor regalo para los niños se llama TIEMPO
Los niños amados se convierten en adultos que saben amar
Si alimentamos a los niños de amor, los miedos morirán de hambre
Es más fácil criar niños fuertes que reparar adultos rotos
Tu principal aporte a la humanidad: la crianza de tus hijos