RINCÓN del TIBET

Rasgos de las personas que son auténticas

Rasgos de las personas que son auténticas

Para caerle bien a todo el mundo, para ser como los demás desean que seamos debemos perder algo de nosotros mismos: nuestra autenticidad. Esa autenticidad que vemos en otras personas y que nos remueve algo por dentro. ¿Por qué no nos sentimos auténticos? ¿Qué es lo que hacemos mal?

Cuidar tu imagen ¿es necesario? ¿Qué importará lo que digan los demás? Las personas auténticas presentan una serie de rasgos que si aún no has encontrado puedes empezar a buscarlos. No hay nada más atractivo que una persona auténtica, porque ellas logran ser felices con muy poco. Aprende a cómo ser auténtico…

Sé tú mismo, los demás puestos están ocupados

-Oscar Wilde-

Mi autoestima ¡es sólida!

Las personas auténticas tienen una fuerte autoestima y lo que los hace atractivos es la confianza y la seguridad que tienen en ellos mismos. Esto es porque conocen sus puntos débiles, pero potencian aquellos que saben son su fortaleza. ¡No importa cometer errores! Sabes cómo aprender de ellos.

Es por eso por lo que abrazan su vulnerabilidad, mientras las demás personas se esconden o intentan camuflarla porque les da vergüenza. Esto provoca que enfrenten sus miedos en lugar de escapar de ellos. No se dejan amedrentar, son fuertes y creen en sí mismos.

Comparte tus pensamientos

Las personas que son auténticas comparten lo que sienten y lo que piensan con los demás. Normalmente, tendemos a preocuparnos demasiado por lo que vamos a decir, por cómo lo vamos a decir y, en ocasiones, guardamos muchos pensamientos y creencias para nosotros mismos.

Esto no quiere decir que las personas auténticas sean todas extrovertidas, ¡en absoluto! Muchas son introvertidas, pero saben expresar y compartir sus ideas y emociones.

Un estudio realizado en la Wake Forest University descubrió que las personas auténticas son emocionalmente más estables

Me escucho ¡perfectamente!

Las personas auténticas saben escuchar muy bien a los demás, saben prestar atención en las conversaciones para conocer a los demás. Esto es algo muy importante porque lo normal es que no sepamos escuchar a los demás. En ocasiones somos egoístas y solo queremos ser escuchados sin escuchar a los demás.

 

Pero, las personas auténticas también se saben escuchar a ellas. Saben oír su voz interior y se dejan guiar por lo que les dice. Estas personas pasan mucho tiempo reflexionando y conociéndose ellas mismas. Saben cuáles son sus valores, qué meta desean alcanzar y son muy coherentes.

El fracaso no me asusta

Como bien decíamos anteriormente, las personas auténticas saben aprender de sus errores, algo que deberíamos hacer todos porque lejos de lo que podamos pensar son oportunidades para aprender y avanzar, para superarnos. Ellas son conscientes de que va a haber fracasos, pero que también va a haber que encontrarles una solución. El fracaso no obstaculiza tus sueños, sino que te lleva a ellos.

En la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada

-Franklin D. Roosevelt-

Asumo mi responsabilidad

La mayoría de las personas tienen miedo o no son capaces de asumir la responsabilidad de sus palabras, de sus actos… Todos nos equivocamos y hacemos daño, alguna vez, a los demás sin darnos cuenta, sin querer. Pero, es totalmente normal, no somos perfectos, sino humanos imperfectos.

Las personas únicas saben esto a la perfección y por eso en vez de escapar o echarle la culpa a algo o alguien de la consecuencia de sus actos, asumen la responsabilidad. Para ellos no hay excusas, sino oportunidades de crecer, de mejorar y de enmendar cualquier error que hayan podido cometer.

¡No juzgo!

Juzgar es gratis, pero ¿cuántas veces no hemos querido ser juzgados? Piensa en ello la próxima vez que intentes juzgar a alguien, porque no es la primera vez que aquello que juzgamos es lo que más tarde nosotros hacemos. ¿Por qué las personas auténticas no juzgan?

Las personas auténticas son más tolerantes y abiertas, comprenden la diversidad del ser humano y que cada quien puede realizar lo que desee sin que tras él se le ponga un cartel de persona mala o persona buena, persona que hace lo correcto o no. Porque, en definitiva, ¿qué está bien y qué está mal?

No critiques mi progreso si no conoces mi esfuerzo. No envidies mis victorias si no conoces mis fracasos. No juzgues mis acciones si no conoces mis razones

-Anónimo-

¿Estás preparado para ser una persona auténtica? Ser auténticos nos hará ser más libres, más felices y estaremos más a gusto con los demás y con nosotros mismos. Libera tu autenticidad y aprende a ser tú mismo. Créeme, no te arrepentirás.

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