RINCÓN del TIBET

Qué difícil se torna olvidar un amor cuando se tiene cerca

olvidar un amor

Qué difícil se torna olvidar un amor cuando aún se tiene cerca

Definitivamente lo más importante para olvidar un amor es la voluntad de hacerlo, el convencimiento de que resulta lo más conveniente para nosotros, pero indudablemente algunos factores entorpecen el camino de olvidar un amor, como lo es el dolor que puede producir la ausencia de la persona amada.

Cuando la ausencia es solo parcial y por un motivo u otro nos vemos cerca de quien hemos amado, puede resultar más difícil el olvidar un amor, el cierre de ciclos, el dejar ir… Obviamente también puede ocurrir que la presencia de esa persona nos haga reafirmar la necesidad de olvidar, puesto que nos hace ver constantemente que esa relación nunca iba a ser como la esperábamos. Lo cual es una ventaja en relación a los casos en los cuales la interacción nos hace sentir con ganas de volver, con remordimientos, con culpas o simplemente no deja que los sentimientos que existieron se terminen de extinguir.

Pocas cosas generan tanta frustración como alimentar un ideal que no sabemos que jamás se materializará y muchas veces nuestra mente y nuestro corazón juegan a torturarnos a través de emociones y sentimientos que no sabemos canalizar adecuadamente.

Si la sensación de vacío, de dolor, está presente en ambas partes, puede haber cabida a un retorno a la relación, sin embargo, cuando solo una de las partes está inmersa en esos sentimientos, será sin duda la que sufra con cada acercamiento, con cada interacción, inclusive con cada mirada en donde se trata de encontrar algo de lo que existió en algún momento.

Los factores que podrían ayudar de forma más concreta el olvidar un amor, adicional al deseo consciente, son el tiempo y la distancia. Cuando por condiciones particulares no podemos marcar distancias, cuando hay vínculos que no pueden disolverse, por ejemplo: cuando se estudia o se trabaja juntos, cuando tienen hijos en común, cuando se tienen proyectos comunes, cuando existe cualquier tipo de relación de dependencia que no esté asociada al vínculo amoroso, etc, nos vemos en el deber de encontrar en compensación la distancia emocional y colocar lo mejor de nuestra parte para evitarnos mayores sufrimientos.

Muchas veces nos toca ver rehacer la vida de la persona que amamos, nos toca ver cómo maduran, cómo gracias al aprendizaje obtenido a nuestro lado dejan de cometer algunos errores, cómo inclusive envejecen, pero si queremos resguardar nuestra salud emocional, debemos hacer un esfuerzo superior por dejar ir lo que ocurrió, cerrar el capítulo y comenzar uno nuevo y si esa persona necesariamente debe estar en el nuevo sea bajo el rol que le corresponde.

El dolor persiste hasta que decidimos que deje de doler, DECIDIMOS, mientras estamos dispersos ante esa decisión, mientras nos lamentamos por lo que ocurrió, mientras encontramos motivos para engancharnos, generaremos más  y más sufrimiento a nuestra existencia. Dejemos ir con tranquilidad, con la certeza de que vendrán cosas mejores y como dicen por allí no sabemos las vueltas que da la vida.

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