A veces nos hacemos adictos a alguien que nos hace sentir bien y a la vez mal… 

Es algo que nos preguntamos en ciertas ocasiones, cuando te das cuenta de por qué no puedes dejar ir a alguien que quizás no es bueno para ti, que quizás no da lo suficiente por ti, o que simplemente no está ahí para ti, entonces viene esta pregunta: ¿ por qué aferrarme tanto ? ¿ por qué no simplemente lo dejo ir, dejo que todo se vaya ? Y es cuando te pones a pensar:

Dejaré ir que se vaya su sonrisa, sus ojos, esos ojos tan grandes y negros que me pierdo en ellos, su risa la que ilumina mis días, ese caminar tan despreocupado que lo caracteriza, esa mirada tan profunda pero a la vez tan relajada que me tranquiliza. Es por eso que lo dejaré ir, al igual esas manías que lo caracterizan, la forma en que me hace sentir, la seguridad que él me da cada vez que lo escucho hablar, son tantas cosas que me otorga sin que se de cuenta, es por eso que me pregunto: ¿por qué me aferro tanto a el ?.

A veces es tan difícil dejar ir a una persona, más si se ha significado demasiado para ti, si te ha dado muchas razones por la cual ser diferente, o ser mejor persona. Es tan complicado soltar todos esos sentimientos que se tiene hacia ella, que simplemente te aferras y no lo puedes soltar aunque sabes que no es bueno para ti, por todo lo que te ha hecho pasar, porque en ocasiones las personas que no podemos dejar ir son las más tóxicas, las que nos hieren día a día aunque también nos hagan sentir bien en ciertos momentos.

Aunque no queramos aceptar la realidad esas son las razones por las que nos atamos tanto a una persona, por lo bien que nos hace sentir y por lo mal que nos hacen sentir. ¿Qué sería de la vida si todo fuera felicidad? Sería algo muy asombroso porque pocas veces pasa, pero los sentimientos más profundos son los que nos dan las personas tóxicas, los que nos hacen sentir vivos y no darnos por vencidos, así que es por eso que creo que te aferras tanto a una persona que no es buena para ti, porque te da motivos de continuar y seguir adelante.