Enamórate de lugares hermosos, de personas hermosas y de momentos únicos. Enamórate del aroma de las fogatas en otoño, de la risa de tus sobrinos, y de la forma en que se acelera tu corazón cuando bajas las ventanas y subes el volumen de la música.

Cierra tus ojos, respira y atesora cada momento, lenta y conscientemente. Cae en cuenta de que nunca volverás a vivir el

momento que estás viviendo en este instante.

Disfruta cada instante como si fuera el ultimo, valora las cosas que haces y las que tienes, hay veces que las cosas no son como uno quisiera, pero hay cosas que no son realmente malas cuando las ves desde el lado amable.
Piensa que hay mucho por vivir y recordar.

Enamorarse no es algo que simplemente te beneficia. El amor quiere cambiarte. El amor quiere combatir la amargura y los prejuicios, y cambiarlos por comprensión, compasión y alegría. El amor quiere derribar las murallas de la inseguridad, el dolor y el miedo, para convertirnos en criaturas cuya naturaleza sea el luchar por el otro, en lugar de en contra del otro.

No pongas freno al amor. Juntos podemos ser una fuerza del bien, pero eso sólo es posible si dejamos de poner trabas. El mundo necesita desesperadamente a más personas que sean generosas con su amor. Así que espárcelo, hacia todo y todos.

Otro punto importante: No tengas miedo de entregar tu amor. No creas que el dar amor, significa que te quedes con menos. No creas esa mentira de que si eres demasiado generoso con tu cariño, éste se va a acabar. Eso no es así. No tienes que medirlo ni ahorrarlo.

Eres libre de decidir a quien le darás tu amor, y sobre todo, hay veces que nos vamos a equivocar, o hasta veremos a simple vista que hay personas que realmente no se lo merecen, y quizá hasta nos lastimen, pero créeme que eso servirá de experiencia para cuando lleguen o llegue alguna otra persona, las cosas las hagas bien, o no cometas los mismos errores.
Cada vez que eliges dar amor al resto, tu capacidad para amar crece.

Nos esforzamos tanto para que no nos lastimen… Nos quedamos en la misma ciudad toda la vida por miedo a amar otro lugar, nos apegamos tanto a la rutina que dejamos a nuestro corazón fuera de cualquier tipo de decisión. Y mantenemos nuestro corazón fuera del alcance de quienes queremos amar.

No creo que este mal, de vez en cuando alejarse de esa horrorosa rutina de vida, que en algunos casos puede llegar a enfermarnos, a enfadarnos o quitarnos las ganas de vivir experiencias nuevas.

De alguna forma hemos sido convencidos de que nos estamos protegiendo, que la vida es más fácil y menos dolorosa si somos egoístas con nuestros sentimientos. Sin embargo, puedo asegurarte que elegir la aventura, la emoción, la vulnerabilidad, el dejarse ir… SIEMPRE vale la pena.

Así que donde quiera que estés, que tu 100% esté ahí. Deja la tecnología de lado, no te bases en la razón y deja que tu corazón se involucre en tus decisiones. Quiere hacerlo.

Experimenta la empatía de forma intencional, siente tristeza si ves a alguien más sufriendo, ríe aunque debas estar en silencio, elige la alegría, haz preguntas difíciles y escucha las respuestas, conoce a las personas

en profundidad, no te cierres a la posibilidad de ser tentado o de amar a alguien que no te ama. El amor no es para acumularlo, sino para entregarlo.

No podemos evitar que sintamos que no vale la pena entregarse, y menos si eres una persona que ya paso por mucho, date tiempo, y piensa lo que te gustaría, o las cosas que te faltan por hacer, se tiene una vida por delante y aun te esperan cosas por pasar, siempre se aprende algo nuevo a lo largo de los días, tengas la edad que tengas.

No tengamos miedo de vivir, y disfrutemos de las pequeñas cosas que la vida nos da, el tiempo se pasa volando, y en ocasiones sentimos que no estamos aprovechando los momentos, y si sentimos eso, hagamos algo para cambiarlo, no nos quedemos con los brazos cruzados.

Visto en Thought Catalog