RINCÓN del TIBET

Deja al que no tome ninguna opción para estar juntos

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No te quedes con quien dándole mil opciones para estar juntos, no tome ninguna

A veces en las relaciones interpersonales se presentan situaciones en las que las decisiones que se tomen serán determinantes para que se pueda compartir un proyecto de vida. No es nada ligero el que una pareja esté sometida a la tensión que generan los proyectos individuales que no convergen con los del otro.

Sin embargo, por lo general es posible buscar esos puntos de coincidencia y con el aporte de ambas partes, se puede lograr tejer un camino que pueda ser recorrido por ambos, sin que represente un sacrificio para alguno, sino por el contrario, seleccionando aquellas opciones en las cuales el amor pueda reposar sin incertidumbres.

Ciertamente es importante vivir el momento presente, de hecho es lo único real que tenemos, pero a veces es necesario entender que si no se toman algunas medidas, con antelación, cualquier relación, que está sujeta a condiciones individuales y externas, puede quebrarse por no estar preparada.

A veces nos topamos con personas que nos quieren, pero quizás no lo suficiente para que se tome el tiempo suficiente de apostar por nosotros y debemos determinar los límites a los cuales llegaremos en nombre del amor. Esto lo podemos notar cuando:

  • No hay ninguna iniciativa para estar juntos.
  • Es más la incertidumbre que la seguridad que nos transmiten.
  • Los compromisos solo se manifiestan de la boca para afuera.
  • Los intereses propios están siempre por encima de los mutuos.
  • Solo se aportan excusas a los planteamientos que intentan unir.
  • El amor se dice pero no se demuestra.
  • Que siempre tome una actitud evasiva.
  • El miedo a crear algo juntos, es superior al amor que se dice tener.
  • Se ve más interés en el otro en satisfacer a otras personas, antes que a nosotros.
  • Se siente una lucha de poderes, en lugar de una construcción común.
  • La paz está ocupada por las dudas y la incertidumbre.
  • Los proyectos del otro, aun siendo vagos y sin sustento, son más valiosos que los nuestros.

Éstas son algunas de las demostraciones que hallaremos en quien no necesariamente quiere compartir un proyecto en el que quepa la pareja. No debes sentirte mal en ninguna de las dos posiciones, si estás del lado de quien está tratando de desafiar al destino e inviertes mucho tiempo y energía para darle cabida al amor, eso te dejará en todo caso una sensación de haber hecho y dado todo lo que estuvo a tu alcance. Nadie pierde por dar amor. Superarás la frustración y comenzarás de nuevo.

Si estás del otro lado, pues nadie debe obligarte a hacer algo de lo cual no te sientes convencido. Ciertamente hay momentos en la vida en los cuales el amor no tiene que ser el protagonista, más cuando para darle cabida, tenemos que tomar decisiones trascendentales. Lo que sí puedes hacer si no piensas contribuir es abrir el paso, sincerarte y permitirle a quien sin duda tiene mayor interés en encontrar puntos de convergencia, trazar un camino sin ti.

Si te está costando demasiado, si tienes que convencer al otro de que tú eres su mejor opción, si arduamente vas por un camino empinado tratando de cargar a cuestas un amor, mientras el otro solo te mira y suelta uno que otro obstáculo, ¿realmente crees que puede valer el esfuerzo?

Quizás ese amor que intentas sostener tú solo, sea el que necesitas recibir, pero  ¿sabes qué es lo mejor? que te lo puedes dar tú mismo y cuando te aprendas a amar, llegará a ti ese amor en el que todo fluya de forma natural. Tomemos este aprendizaje y apliquémoslo siempre.

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

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