RINCÓN del TIBET

No seas la segunda opción de nadie

No seas la segunda opción de nadie

En muchas oportunidades de la vida nos exponemos a situaciones en las cuales nos gustaría que nuestros sentimientos fuesen correspondidos por personas que quizás no nos puedan o quiera dar el lugar nos corresponde, quedando rezagados a ser una opción no prioritaria en la vida de estas personas.

Algunas veces nos es más fácil colocarnos una venda en los ojos que nos impida ver más allá de lo que nos gustaría ver, sin embargo, es necesario que nos ubiquemos en la realidad por dolorosa que ésta resulte, si nos negamos a aceptar que no estamos siendo correspondidos en la forma que nos lo merecemos o peor aún, nos conformamos con una posición secundaria que se nos quiera otorgar, probablemente nos estemos haciendo el peor de los daños.

Definitivamente no podemos obligar a nadie a que nos quiera, ni que nos ubique en su vida en la posición donde queremos estar, pero lo que sí podemos hacer es darnos nosotros mismos el lugar que merecemos, aun cuando represente alejarnos de algo o alguien apreciado por nosotros.

Mientras nosotros permitimos que nos traten como una opción secundaria, estamos alejándonos de lo que nos haría bien, estamos dándole prioridad a quien no la merece y probablemente ni siquiera le importe. Es nuestra responsabilidad cerrar los capítulos que nos lleven a abrir otros sonde tengamos el papel protagónico que merecemos.

Si nos sentimos cómodos cuando nos  dan un papel de reparto o cuando solo tomamos importancia cuando las opciones prioritarias fallan, somos nosotros los que debemos tomar cartas en el asunto, situándonos ante nosotros mismos y dándonos el valor que nos corresponde.

La vida es definitivamente corta como para invertir nuestras energías y principalmente nuestro tiempo en alguien que no es capaz de ser recíprocos con nosotros. En el mar hay muchísimos peces, para empeñarnos en uno que ya tiene las posiciones importantes de su vida comprometidas, inclusive muchas veces es preferible la soledad en una pequeña pecera, que verse sometidos a desplantes, desprecios o desvalorizaciones que vienen acompañados de las segundas pociones.

Seguramente mientras hacemos muchos esfuerzos y sacrificios por subir de posición o nos conformamos con lo que alguien puede ofrecernos, estamos cerrando las puertas a conocer a alguien o darle la oportunidad a otra persona que pueda tener las ganas, las intenciones y la disposición de valorar lo que nosotros estamos dispuestos a ofrecer, lo que tenemos para entregar y darnos el lugar que nos merecemos, convenciéndonos siempre primero de que merecemos lo mejor y estamos en plena capacidad de conseguirlo y mantenerlo.

 

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