No ignores tu tristeza
Muchas veces cuando sentimos emociones negativas en nuestro ser, queremos eliminarlas de golpe, sin darle ningún tipo de espacio en nuestras vidas. Sin embargo cada una de nuestras emociones nos da una pista de lo que está predominando en nuestra mente. Así que escuchar cada una de nuestra emociones, nos conduce a una autoconocimiento importante y nos ayuda a decidir qué rumbos tomar en caso de no sentirnos a gusto con aquello que sentimos.
En el caso de la tristeza, es muy común intentar salir despavoridos de ella, con miedo en caer en la temida depresión, sin escuchar nada de lo que nos tenga que decir, solemos interrumpir su proceso para “alegrarnos la vida”.
A veces creemos obtener resultados positivos porque adormecemos la tristeza, porque nos distraemos con cosas que se encargan de ponerle otros colores sobre el gris. Sin embargo, normalmente la tristeza está allí, al fondo de lo que intentamos colocarle encima. Y aunque no se trata de invitar a sumergirnos en un estado de tristeza crónico, sí lo es a dar a cada emoción su espacio y su tiempo, sin excedernos, pero sin ignorar su presencia.
La tristeza es un canal que nos lleva a una parte de nosotros sensible a ciertas cosas, identificarlas, abrazarnos y consolarnos, debe ser parte de un proceso de sanación. No desde un rol de víctimas, sino tomando acciones favorables para nosotros, buscando que la tristeza que llegó se vaya porque ya no la necesitamos y no que se esconda en nuestro interior y nos haga más daño a posterior.
A continuación presentamos un poema que trata acerca de lo que estamos reflexionando, su autoría se atribuye a diversos autores, por lo que nos limitaremos a decir que su fuente es desconocida, más su mensaje es bastante inspirador.
“Ábrele espacio para que respire.
La tristeza es un hueco en el amor.
Una fuga transitoria de energía.
Un camino hacia uno mismo.
La revisión profunda de algún espacio roto
No ignores la tristeza.
Pues toda emoción es necesaria y conveniente.
La tristeza te ayuda a detenerte temporalmente.
A alejarte de todo lo mundano.
Te deja en la puerta de un nuevo comienzo.
Reconócela.
No la confines a un espacio muerto.
No la encierres bajo llave.
No la disfraces con mentiras lindas.
No ignores la tristeza.
Escucha su mudez, siente su calma.
Ella no pretende avergonzarte.
No todos los días son soleados.
Todo tiene un lado débil.
No ignores la tristeza.
Permítele que hable en su dialecto.
Que te conduzca hasta el final de la bajada.
Y cuando la otra fase de la luna
el rayo de luz traspasará el prisma
y volverá a encenderse de colores tu alegría.
No ignores la tristeza.
Todas tus emociones son importantes y necesarias.
No siempre estarás en el lado fuerte.
Expresa lo que sientes.
Pronto volverás a estar alegre”
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet