RINCÓN del TIBET

Donde nunca plantaste una semilla, no esperes ver flores

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No esperes ver crecer flores donde nunca plantaste una semilla…

Todo esperamos de alguna manera ser bien tratados, ser amados, considerados y respetados, esperamos siempre que en nuestro entorno haya armonía y equilibrio para nosotros, el asunto radica en que en muchos de los espacios de nuestra vida no nos dedicamos a plantar una semilla de amor, de paciencia, de tolerancia, de compasión, por lo que no podemos entonces esperar ver crecer flores.

La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas. Sigmund Freud

 

Lo que recibimos tiene mucho que ver con lo que damos, sino en su totalidad, nuestras acciones están siempre condicionadas, por nuestros pensamientos y por nuestras intenciones, de manera que todo aquellas semillas que vamos sembrando en el camino, se hace parte integrante de nuestra propia vida.

No se trata de lo que esperamos recibir, sino de tener la capacidad de identificar que todo es causa y efecto y que las consecuencias de nuestras acciones, tarde o temprano se harán notar. Si sembramos paciencia florecerá la tolerancia, si por el contrario la ira nos domina, la intolerancia y la agresividad será lo cosechado.

Cuando todos los días resultan iguales es porque el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en su vida cada vez que el sol cruza el cielo. Paulo Coelho

 

Existen condiciones propias al ser humano, que se convierten en pilares fundamentales para una vida en armonía, el respeto, la consideración hacia el semejante, la compasión y la bondad, son virtudes que indudablemente podrían cambiar a la humanidad, sin embargo, nos resulta muy difícil mantener estas virtudes a flote en nuestra vida, transmitirlas y cultivarlas, entonces es bastante incoherente esperar flores a cambio, una persona que ha sido maltratada, conlleva ira y sufrimiento en su interior, esto no significa que no pueda transformar estas emociones negativas y tóxicas, pero evidentemente deberá cortar todas las espinas para dar paso a la flor.

En las relaciones que establecemos en nuestra vida, solemos llenarnos de expectativas, esperamos siempre del otro, nos llenamos de ilusiones con respecto a lo que debe ser, más pocas veces nos detenemos a observar lo que somos o hacemos nosotros, lo que sembramos y mucho menos lo que dejamos de sembrar. De allí que las palabras tengan efectos tan destructivos o tan maravillosos en las personas, pues cada pensamiento transformado en palabra es una semilla, cada intención, cada comentario, cada acción…semillas que esparcimos por el camino de nuestra vida y que dependerá de ello lo que veamos crecer.

Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible. Mahatma Gandhi

 

Si tienes una relación de pareja, cultiva el amor y el respeto, si mantienes la soledad en tu camino, siembra serenidad y aprendizaje, si tu vida es tu familia e hijos, siembra en ellos todo aquello que sabes germinará, y que tarde o temprano lo percibirán, pero especialmente, siembra armonía en tu vida, humildad, bondad y amor, pues estas semillas, son troncos indestructibles en los momentos de caos.

 

 

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