RINCÓN del TIBET

Ningún ser humano tendrá jamás la potestad de anular a otro…

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Ningún ser humano tendrá jamás la potestad de anular a otro…

Es un tanto complicado para cada quien, en su individualidad, entender y comprender realmente lo que puede significar la igualdad desde el sentido y el sentir más humilde. Para muchos, la igualdad es un concepto bastante lejano, para muchos otros hasta injusto e inconcebible, pues parten del hecho de que no puede haber igualdad si no se han tenido las mismas oportunidades.

Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas. Martin Luther King

 

En el sentido más noble de la palabra, basta con saber que ningún ser humano llega al mundo por puerta falsa, todos nacemos de la misma manera y de igual manera nos vamos, que las circunstancias, razones y escenarios no sean los mismos, ya eso es cuestión de otro tema, más la esencia de la vida sigue siendo la misma para todos, divina, mística, misteriosa, maravillosa, como quiera verse, todos los seres, independientemente del camino que cada quien escoja, somos luz y unos más tarde, otros más temprano, cada quien hallará su verdadera esencia.

Resulta sorprendente y doloroso para los más sensibles, que exista tanta maldad hoy día, pero no se trata solo de daño y de sucesos, hablamos de la terrible ignorancia, como lo es el hecho de que alguna persona en el mundo, piense y pretenda, tener la potestad de anular a otra persona, de cualquier manera, bajo cualquier circunstancia, sin comprender en su profundidad, que ningún ser humano tiene ese derecho, ni mucho menos ese poder y que solo amar al igual puede acercarte a la luz genuina, no ficticia ni fenoménica, sino traslúcida y serena, a la verdadera compasión.

Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son.
Abraham Lincoln

 

Consiste más bien en tratar de acercarnos a los demás desde el amor, desde la afinidad y en el caso más sutil, desde la cordialidad, no desde el juicio ni del prejuicio, pensando en muchos casos, que algunas personas no merecen atención de nuestra parte o simplemente no tienen nada que aportarnos, tampoco es cuestión de aferrarnos al sentir y pensar de cada quien, es más bien establecer el equilibrio justo y real de la vida, en nuestras relaciones, en nuestras prioridades y en la manera en la que consideramos y vemos al resto de las personas.

Cada ser humano tiene su gran razón de vida en este planeta, todos sufrimos, padecemos, somos felices y luchadores, nadie está exento de los infortunios, y especialmente nadie es mejor que nadie, cada quien asume su vida desde su criterio y hasta aquellos que aún viven en la oscuridad de sus actos, tiene espacios mínimos de conciencia donde nunca falta el dolor y el sufrimiento.

Todos los hombres son iguales. La diferencia entre ellos no está en su nacimiento, sino en su virtud. Voltaire

 

Recordar que no tenemos la potestad de lastimar, de juzgar ni de anular a ningún ser humano, nos dará una vida más sensata y de seguro más humilde, lo que suele abrir grandes puertas a nuestra conexión con nuestra verdad interna, con lo que somos todos y cada de nosotros y desde donde resulta ideal establecer conexiones con los demás seres.

No pretendas ser ni estar en lugares irreales en términos de vida, vive y aprovecha tus oportunidades, haz bien siempre en tu camino, agradece, considera y respeta a quienes te acompañan, así sea transitoriamente en la vida, recuerda que la supremacía siempre deja muchos enemigos, más la humildad solo consigue aliados.

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