RINCÓN del TIBET

Nadie encuentra su camino, sin haberse perdido varias veces

Nadie encuentra su camino, sin haberse perdido varias veces

¿Cuántas veces te has perdido a lo largo de tu vida? Todos hemos elegido en alguna ocasión un sendero que nos trajo más sinsabores que placeres. Más errores que sabiduría. Ahora bien ¿es necesario asumir estas experiencias como equívocos, como errores?

En absoluto. No te permitas asumir como equívoco una determinada etapa de tu vida. Toda experiencia es aprendizaje, tus actos no son errores, sino vivencias que debemos asumir para que en el siguiente paso, nuestro, pie, nuestra alma y nuestra esencia vital, nos lleve al sendero más adecuado.

No te permitas ser esclavo de tus fracasos del pasado, nadie encuentra su camino a la primera porque ninguno de nosotros venimos a este mundo con un mapa que nos salve de cada obstáculo… ¿Qué sentido tendría entonces esta vida?

Déjate llevar, fluye, experimenta, permítete equivocarte.

Tu camino es reflejo de tu crecimiento

Empezaremos sugiriéndote un pequeño ejercicio. Coge una hoja en blanco y traza una linea recta. En el extremo izquierdo sitúa una fecha: enero del 2000. En el final de esta linea, pon la fecha de hoy.

  • A continuación, con serenidad y calma, visualiza todo ese recorrido.
  • ¿Piensas que ese trascurso de 15 años ha sido realmente una linea recta? Seguramente no.
  • Ahora, en la parte superior, ve trazando con flechas esos eventos positivos que han sucedido a lo largo de estos años. En la parte inferior, señala ahora esas vivencias no tan amables.
  • Observa una vez más con calma nuestra linea de la vida, e intenta ser lo más sincero que puedas contigo mismo: De esas vivencias negativas, tristes o frustrantes… ¿qué aprendizajes te han aportado? ¿Alguno de esos hechos negativos te ha ayudado a dar pasos hacia esos aspectos positivos?

Nuestro camino, y esa linea recta que has dibujado con un intervalo de tiempo determinado, es fiel reflejo de nuestro crecimiento interno. Hay muchas cosas que habrán cambiado en ti. Seguramente, algún error cometido te hizo ser ahora más prudente y abrir las puertas más adecuadas de tu vida.

Ten en cuenta que todo fracaso, que toda pérdida o desilusión, lejos de encallarnos en este mar de la vía, debe embestirnos con fuerza hacia nuevos horizontes. No pongas piedras en tu interior, no te hundas ante cada error. Porque no son errores, sino puentes a nuevas oportunidades.

Qué hacer cuando nos sentimos perdidos

Es probable que en este momento de tu vida, te sientas perdido. Son esos instantes en que acaba de romperse, de algún modo, el vínculo que teníamos con el mundo y, en cierto modo, la confianza en nosotros mismos.

¿Qué propicia este tipo de sensaciones? ¿Qué hace que en ocasiones nos sintamos perdidos?

  • Crisis personales o existenciales. Diferencia entre lo que esperábamos y lo que tenemos frente a nosotros.
  • Decepción emocional: un fracaso sentimental, vacíos a nivel de familia al vernos apartados o poco valorados, distancia con ciertos amigos…
  • Problemas laborales, ahí donde nuestros esfuerzos, ideales y preparación personal no nos sirve para poder vivir con dignidad.
  • Sensación de indefensión personal al dejar que una tristeza inexplicable nos envuelva. Son momentos en que uno no puede explicar muy bien a qué se debe el desánimo.

Si es así como te sientes, o percibes que no sabes qué camino tomar en la actualidad, reflexiona unos instantes para salir de tu laberinto personal:

1- Concibe la situación que vives y sientes como algo temporal. Ningún dolor es eterno ni ninguna infelicidad se estanca de modo indefinido en nuestro corazón. La vida fluye y se mueve cada día, debes permitirte formar parte de ese movimiento. Si te quedas quieto, quedarás encallado y te hundirás. Avanza.

2- Pon límites a los pensamientos negativos, no les permitas alborotar en tu día a día. Prohíbe que en tu mente surja el “no puedo”, “yo no sé, “yo no voy a poder con esto”, “yo nunca voy a volver a…”

3- Movimiento para volver a encontrarnos. En este momento no sabes qué rumbo tomar, y aún más, te sientes presionado, asfixiado. Recuerda ante todo que solo tú eres capitán de tu destino, y tú tienes el timón para orientar el cambio en tu vida. Si te notas perdido, tal vez sea el momento de arriesgarte.

4- No te “apegues” al sufrimiento, a la pérdida o la desilusión. Asúmelo, acéptalo y  AVANZA.

Solo tú eres el artífice del camino que cada día construyes. Es un camino lleno de múltiples senderos, unos acertados y otros que es mejor dejar atrás. El recorrido por todos ellos es el que te aportará SABIDURÍA.

 

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