RINCÓN del TIBET

Mi amor por ti ha llegado demasiado lejos

Mi amor por ti ha llegado demasiado lejos

A veces amamos tanto a nuestra pareja que no somos conscientes de que nos olvidamos de nosotros mismos. Esa persona empieza a ser el centro de nuestra vida, todo está hecho para ella y con ella. Pero, ¿qué ocurre con nosotros? Cuidarnos es indispensable para poder amar a la otra persona como se merece.

Darlo todo en el amor, llegar demasiado lejos, no siempre es positivo.

 

Tú no te das cuenta, porque te encuentras cegado. La felicidad que te embriaga es tal que no concibes que puedas estar dando demasiado, que quizás no estés haciendo lo correcto, que tal vez estés sacrificando más cosas de las que deberías.

Porque muchas veces sacrificamos cosas que no deberíamos sacrificar, porque nos ponemos en peligro. Tan solo el hecho de amar a alguien y permitirle compartir nuestra vida nos hace vulnerable. El amor nos ablanda, pero somos felices. Hasta que un día todo parece venirse en nuestra contra.

Cuando esto suceda, si es que no lo has hecho antes, reflexiona sobre tu relación, lo que has dado y lo que has sacrificado. ¿Quieres saber qué es lo que nunca deberías sacrificar por amor?

Sonríe y sé feliz

Las relaciones amorosas sanas están llenas de momentos de alegría y risas. Si tu relación carece de ellos, por muy malo que sea el momento por el que estéis pasando, replantéate la relación.

Nadie debe absorber tu felicidad, tu alegría… sobre todo si sueles ser una persona cuya risa es amplia, contagiosa y sonora. No permitas que nadie te la arrebate. No te permitas a ti mismo arrebatártela. No lleves el amor por la otra persona demasiado lejos.

Es normal que existan discusiones y que, obviamente, en ellas no sonrías como de costumbre. Pero, si en ellas empieza a basarse tu relación es importante que te preguntes lo siguiente:

  • ¿Así quiero pasar el resto de mi vida?
  • ¿La relación va a algún lado realmente?
  • ¿Me hace feliz? ¿Lo hago feliz?
  • ¿Vale la pena continuar?

No te permitas vivir en una constante infelicidad solo por tener esperanzas de que todo va a ir bien. El momento para solucionar las cosas es ahora. No permitas que estos problemas se prolonguen en el tiempo, es el momento de que recuperes tu sonrisa.

Sé libre ¡siempre!

Bien es cierto que cuando estás en pareja, es normal que pienses por dos personas y no solo veles por ti mismo. Pero, nunca te ates, pues en ocasiones creamos una dependencia emocional que no es para nada sana, ni para nosotros ni para nuestra relación.

Disfrutad de vuestro tiempo juntos, pero no sacrifiques tu libertad para estar tanto tiempo con tu pareja. Ambos tenéis vuestras vidas, vuestros amigos y debéis respetarlo. Pasad tiempo a solas, salid con vuestros amigos aunque no los compartáis. Cada uno se merece tener su propio espacio.

Además, ¡cuídate de los celos! Aunque existen muchos tipos, los celos extremos, los celos que intentan poseerte, poco a poco lograrán agobiarte y que empieces a vivir con miedo. Aunque estés en una relación debes sentirte libre. Nunca sacrifiques tu libertad, pues es lo más valioso que podrás tener.

¡Acéptate como eres!

Seguramente has pasado por relaciones en las que cuando todo iba mal una de las soluciones era cambiar. Esto es algo que inconscientemente pedimos o incluso prometemos a la persona amada con el fin de que todo vuelva a ir bien.

Nunca sacrifiques tu personalidad. Tú eres como eres y el primer paso para evitar que alguien te cambie es que tú te aceptes. Toda persona puede compartir tu vida, pero compartirla implica ¡que te acepte tal y como eres!

 

Tú no eres una marioneta que deba cambiar para que los demás estén a gusto. Tú eres tú. Único. Tienes valores, defectos; puedes caer bien y también puedes caer mal. Pero, ¿y qué? Mantén a tu lado a personas que no sean selectivas con tu personalidad sino que la acepten y la respeten en su totalidad.

Continúa cumpliendo tus sueños

No es lo mismo estar en una relación de pareja que estar solo, pero a pesar de ello no debes nunca sacrificar tus sueños. Muchos lo hacen por temas, sobre todo, de hijos. Pero, si de verdad quieres algo debes luchar por conseguirlo.

No permitas que tus sueños se vean frustrados. ¡Siempre se saca tiempo! ¡Siempre habrá un momento! Todo lo que quieras conseguir lo lograrás. Solo debes tener a tu lado a alguien que te apoye, que te impulse hacia adelante y no te tire hacia atrás. Que te de ese empujón que necesitas y crea en ti en todo momento. Esa es la persona que mereces a tu lado.

Si quieres estar a mi lado, me aceptarás como soy, no querrás cambiarme y me permitirás ser libre y cumplir mis sueños. ¿Sabes por qué? Porque me lo merezco.

Está claro que en el amor hay que dar, que no podemos ser egoístas; pero no permitas que te impida ser tú mismo. Debes continuar, progresar, ser mejor persona, seguir haciendo amigos.

A veces damos tanto en el amor que nos olvidamos de nosotros mismos y eso no es la verdadera felicidad. Puedes pensar en la otra persona y también pensar en ti mismo. Ambos os podéis apoyar el uno en el otro y compartir vuestra vida. No es necesario darlo todo, no es necesario dar hasta vuestra vida. No es necesario que llegues demasiado lejos, pues la felicidad está más cerca de lo que imaginas.

Si te ha gustado este artículo no te pierdas “Las parejas perfectas no son las que nunca pelean“.

Scroll al inicio
Hola! Necesitas ayuda