Me encantan las personas que se visten de alegría y contagian al mundo

Todas las personas solemos buscar razones y motivos que promuevan día a día la alegría en nuestra vida, esa razón que nos impulsa, que nos motiva, que nos llena de vida y que nos mantiene alegres, necesitamos de razones, de momentos, de situaciones que despierten constantemente nuestra sensación de estar vivos y para ello nos preparamos cada día.

Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia. Anatole France

Despertamos por la mañana con la intención de cubrir en la medida de lo posible nuestras responsabilidades y compromisos adquiridos, en otras oportunidades puede que no nos llene el mismo ímpetu,  pues no todos los días estamos de igual humor, no siempre se puede dar el todo por el todo, a fin de cuentas somos humanos, sin embargo, debemos levantarnos y continuar y así, nos ponemos frente al espejo, elegimos nuestro atuendo y salimos a enfrentarnos a la vida.

Normalmente nos vestimos para la ocasión, elegimos el rostro con el cual saldremos al mundo cada día, hacemos el esfuerzo posible por poner nuestra mejor disposición, bien sea para un tema laboral, acudir colegio de los niños, atender alguna cita o realizar alguna diligencia personal, siempre tenemos un motivo que nos impulsa a escoger la careta y el vestido con el cual saldremos ese día, sin embargo, hoy te invito a que te vistas de alegría y a que lo hagas para ti y por ti.

El corazón alegre hace tanto bien como el mejor medicamento. Salomón

No importa cuál sea la responsabilidad ni la tarea que hoy debas cumplir, eres el motivo del día de hoy, tu propia razón, tu virtud, tu voluntad y tu alegría, escoge tu felicidad y que eso sea tu motivo, que no tengas que vestirte para nadie más, sólo para ti, dedícate a complacerte y a amarte y entrégate a tu propia sabiduría, no busques fuera lo que esta dentro de ti, solo déjalo surgir y brillar.

Bueno es tener la alegría en casa y no haber menester de buscarla fuera. Goethe

Quizás no podemos saber el impacto que tiene nuestra presencia en la vida y en nuestro propio estado de ánimo, lo que reflejemos en los demás será parte de nuestro interior y si nos esforzamos por vernos felices, alegres y cómodos con lo que nos gusta, entonces podremos generar esta serenidad en nuestro propio interior, elegir el atuendo que nos acompañará un día, basándonos en la alegría, nos dejará mucho provecho para el resto del día y los días venideros, pues nunca sabemos con qué oportunidad podemos encontrarnos cualquier día, es sabio aprovechar cada amanecer, cada respiro y cada suspiro, toma de tu vida lo mejor y de lo malo saca el bien y que sea tu impulso, sonríe cada día ante la vida.

Imágenes cortesía de Amanda Cass

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