RINCÓN del TIBET

La duda es ¿Qué hubiese pasado?

que hubiese
Me encantan esas historias que se retoman, que nos quitan la duda de que hubiese pasado si…

Pocas cosas pueden ser tan inquietantes como ser parte de una historia de amor que consideramos inconclusa, que sentimos que nos mantienen de manera constante creando escenarios de todo lo que pudimos haber vivido, de todo lo que podría haber pasado si las condiciones en las que ocurrieron las cosas hubiesen sido un tanto diferentes.

La vida no está hecha para anclarnos a lo que nos ha ocurrido, para dedicar gran parte de nuestros pensamientos a personas que por algún motivo se han quedado en nuestro pasado. Sin embargo, qué difícil resulta continuar hacia un futuro donde no podemos vislumbrar en lo absoluto aquello que en algún momento formó parte de nuestras vidas y por algún motivo, nos gustaría de vuelta.

Dicen por allí que cuando dos personas están destinadas a terminar juntos, pueden pasar muchas cosas, sus caminos pueden distanciarse, pueden dejarse de ver, pueden compartir parte de sus vidas con otras personas, para luego sorprenderse estando contra todo pronóstico siendo parte activa de la vida del otro. La sensación es como si siempre se hubiese ocupado ese lugar, como si todo lo anterior no hubiese sido algo diferente a una práctica, a una preparación, a una prueba, que solo condicionó y ayudó a valorar a esa persona a la cual pareciésemos pertenecer.

De algunas distancias y separaciones se obtiene un fortalecimiento que no se da en un primer intento, pareciese que tuviésemos que pasar por muchas cosas para llegar al punto de partida, pero esta vez bajo otro escenario, con la misma persona, pero en otro nivel de relación.

El principal detalle es que como nada en la vida está asegurado, no podemos pretender que eso que tuvo como resultado una distancia, resulte en un reencuentro en otro momento de la vida. Pero algunas veces la vida nos presenta esa oportunidad y dentro de ese universo, también existirá la posibilidad de que esta vez sí podamos hacer las cosas como tantas veces las imaginamos en nuestra mente y esta vez pasemos de tener una historia inconclusa a aquella que no tendrá final, que suena similar, pero que encierra en este caso dos significados muy diferentes.

La mejor condición es valorar en el momento que se presentan las oportunidades a esa persona especial, cuidar la relación y dar de nosotros lo mejor, pero muchos factores juegan en las relaciones. Quizás una parte está preparada y la otra no, quizás los sentimientos no están claros, quizás solo hace falta no tener a esa persona para aprender a valorarla, o sencillamente darnos cuenta del lugar que ocupan en nuestros corazones.

Si la vida te da la segunda oportunidad que ha rondado tanto en tu mente, no la desperdicies, apuesta a ganador y ofrece sin reservas todo lo que tenías reservado por si volvías a estar en condiciones de ofrecer de ti lo mejor. Puede ser que los resultados no sean lo que hubiésemos esperados, pero al menos la duda quedará disipada.

La única forma de quitarnos las duda de ¿Qué hubiese pasado? es volviendo a retomar la historia inconclusa…

Por: Sara Espejo

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