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Alejandro Jodorowsky y sus 18 mejores pensamientos

Los mejores pensamientos de Alejandro Jodorowsky

Alejandro Jodorowsky es un escritor, novelista, ensayista, dramaturgo, actor y director de cine chileno, que se presenta en la época contemporánea para marcarnos a través de sus mensajes reflexivos, cargados de esa realidad que sabemos que está allí, pero que muchas veces si alguien no nos muestra, no logramos identificar.

Los estudios profesionales de Alejandro Jodorowsky se inclinaron por temas psicológicos y místicos y sirvieron de soporte para la posterior creación de dos técnicas terapéuticas y de sanación espiritual: la psicogenealogía y la psicomagia.

Hacer una recolección de las mejores frases de Alejandro Jodorowsky, es realmente complicado, ya que sus pensamientos siempre envuelven una gran sabiduría, capaz de inspirar y ayudarnos a interpretar y resolver hechos importantes de nuestras vidas.

La vida es una fuente de salud, pero esa energía surge sólo donde concentramos nuestra atención. Esta atención no sólo debe ser mental sino también emocional, sexual y corporal. El poder no reside ni en el pasado ni en el futuro, sedes de la enfermedad. La salud se encuentra aquí, ahora.
El cerebro es un universo en constante expansión y movimiento. Vamos en una cárcel racional que navega dentro de un loco.
Los pájaros nacidos en jaula creen que volar es una enfermedad.
Hoy mismo deja de criticar tu cuerpo. Acéptalo tal cual es sin preocuparte de la mirada ajena. No te aman porque eres bella. Eres bella porque te aman.
Si echamos una mirada a las circunstancias que nos llevaron al milagro, comprenderemos que fuimos dirigidos por una fuerza inimaginable.
La mente no se conforma; está ahí. Su calidad depende del uso que hagas de ella.
La palabra que describe al mundo no es el mundo.
Una vez por semana, enseña gratis a los otros lo poco o mucho que sabes. Lo que les des, te lo das. Lo que no les des, te lo quitas.
No seas tan celoso. Si tu clavo está bien enterrado, les costará trabajo sacarlo.
Lo que busco me persigue.
La poesía es sólo amor, transgrede las prohibiciones y se atreve a mirar de frente a lo invisible.
La familia, la sociedad, la cultura, nos pone en un molde; cuando nos salimos del molde, empieza la curación y, no solo eso: hay que hacer algo que nunca haya hecho uno y mientras más difícil, mejor.
“—Maestro, ¿cuándo seré fuerte? —Cuando aprendas a no dañar.”
Amor es lo que tenemos mi gato y yo: ¡no nos pedimos nada, ni él quiere cambiarme, ni yo a él! Eso es el amor, estar contento con la existencia del otro, simplemente. No esperar nada de él.
Debajo de la enfermedad, está la prohibición de hacer algo que deseamos o la orden de hacer algo que no deseamos.
No hay fracaso, simplemente se cambia de camino.
Felicidad es estar cada día menos angustiado.
Quisiera hablar del amor, no el amor romántico ni el posesivo, sino del sublime amor a la creación, a la obra, a la vida, al universo y a la impensable energía que lo anima. Quiero hablar del amor que se recibe y se transmite, ese hermoso sentimiento que nos aniquila el egoísmo.