Lo que dicen los demás de ti habla más de ellos que de ti
Lo que dicen los demás de ti habla más de ellos que de ti
Muchas veces nos afectamos por lo que dicen los demás de nosotros, especialmente cuando lo que dicen es negativo, no tiene mucho que ver con la realidad o de alguna manera nos perjudica.
Sin embargo, no hay que perder energías en esto, debemos entender que cuando alguien emite un juicio, lo hace desde su perspectiva, desde sus creencias, desde el alcance de la situación que tiene y en definitiva lo que dicen siempre habla más de esa persona que de nosotros mismos.
Un comentario malsano habla de cómo una persona percibe al mundo, habla de sus valores, de sus prejuicios, de cómo piensa deberían ser las cosas o las personas y cuando expresa su inconformidad, su ira, solo está dejando evidencia sus maneras de intentar afectar al mundo.
Es sencillo notar los defectos en los demás, es mucho más complicado darnos cuenta de nuestros puntos débiles y proceder a tomar acción sobre ellos. Llama de forma particular la atención que cuando alguien hace un comentario negativo sobre otra persona, lo hace acerca de aquello que presenta dentro de sus cualidades por exceso o por defecto… Y es que justamente es sencillo identificar en los demás con lo que nos identificamos, aunque no seamos conscientes de ello.
Independientemente de la circunstancia, evitemos desgastarnos con lo que alguien opine en relación a nuestras acciones, a nuestro proceder, de cualquier forma no estamos acá para complacer a todos y como cada uno de nosotros somos un universo, pues siempre estaremos expuestos a la crítica y el juicio de algunos.
Definitivamente las formas y las intenciones con las que se manejan algunos comentarios puede generarnos incomodidad, pueden generarnos decepción, frustración, pero debemos liberarnos de esas emociones, que no nos proporcionan nada positivo, que nos restan. Solo entendamos que cada quien puede tener una opinión de nosotros y que si reconocemos que podemos rescatar algo de allí, para mejorar, para crecer, pues perfecto.
Si necesitamos aclarar algún embrollo en el cual nos hemos visto envueltos, hagámoslo con la mayor cordura, sin ser impulsivos, sin manejarnos en términos que pudiésemos luego lamentar, solo dando luz a una situación y enmendando en lo posible cualquier consecuencia negativa que haya generado la situación.
Pero siempre mantengamos presente que la crítica, el juicio, la envidia, los celos, caracterizan a la naturaleza humana y mientras menos relevancia le demos a lo que dicen, menor alcance tendrá en nuestras vidas.
