RINCÓN del TIBET

Las palabras lastiman más que los golpes

Las palabras lastiman más que los golpes

Existen conductas y actitudes de las demás personas hacia nosotros, que hemos permitido se hagan costumbre en nuestra vida, incluso cuando no nos resultan agradables.

Solemos permitir algunas cosas bien sea por costumbre, por vergüenza o sencillamente por no engancharnos con una situación de conflicto con una persona determinada, lo más delicado de la situación es que la mayoría de las veces, de manera inconsciente no reaccionamos por miedo.

La violencia psicológica te convierte, en tu mente, en una inútil. Ana Isabel Gutierrez

 

Es necesario que estemos alertas a estas situaciones, bien sea con nuestra pareja, nuestros padres, nuestro jefe, entre otros, debemos aprender a distinguir cuando una conducta determinada se convierte en maltrato psicológico, las palabras suelen lastimar mucho más fuerte que cualquier golpe y muchas personas saben muy bien hacer uso de una palabra hiriente para lograr algún objetivo, o por algún interés en particular.

En la actualidad esto se ha convertido en una costumbre, el trato entre las parejas es de una manera irrespetuosa, simplemente se ha descuidado la sutilidad y el tacto cuando se desea transmitir algo, manifestar alguna molestia o sencillamente realizar una crítica, por el contrario, no sólo del hombre hacia la mujer sino de la mujer hacia el hombre, se ha convertido en casi normal el mal uso de las palabras, de una manera violenta, despectiva y humillante, llegando a lastimar mucho más que cualquier golpe.

He aquí algunas señales de alerta que son evidentes en el maltrato psicológico:

Los insultos y los  gritos se convierten en el canal de comunicación, prevalece un trato despectivo, se menosprecian las capacidades de la víctima y se le ridiculiza constantemente. Lo más grave de esta situación, es que generalmente, la víctima llega al punto de convencerse de que esto es verdad y asume la culpa de la situación.

Los celos excesivos, la necesidad de control y dominio hacia la víctima se hace extrema, incluso, puede llegar al punto de decidir cómo se debe vestir y arreglar para una ocasión determinada.

El aislamiento de la víctima, el que maltrata suele limitar el tiempo de contacto de la víctima con sus familiares y amigos. Incluso se le coloca en una situación de elección entre el maltratador y los familiares de la víctima.

Las continuas amenazas con el abandono o la violencia física, en el peor de los casos las amenazas se hacen extensivas a los hijos y familiares de la víctima.

La persecución, es parte del control y el dominio de la persona que maltrata hacia la víctima. Puede llegar al punto de seguirla, revisar su correo, su teléfono móvil, entre otras cosas.

La presión emocional y sexual es una manera muy común de intimidar a la persona maltratada,  la cual termina cediendo a todos los deseos del maltratador sencillamente por temor.

Las restricciones económicas y laborales, esto convierte a la víctima una persona totalmente dependiente del maltratador. A su vez, la desvaloriza continuamente impidiendo su avance en otros espacios de su vida como lo es el ámbito laboral y profesional.

Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo. Elie Wiesel

 

El avance de un maltratador psicológico, es muy doloroso y suele hacerse lento y eterno, si eres una persona maltratada psicológicamente y no te has dado cuenta, mantente alerta a tan solo algunas de estas características, el maltrato psicológico es una manera muy común de denigrar a las personas, no seas parte de esto!

 

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