RINCÓN del TIBET

Las mujeres fuertes pueden ahuyentar a los hombres

Las mujeres fuertes pueden ahuyentar a los hombres

Existen cierto tipo de hombres que pueden sentirse un tanto incómodos con un perfil de mujer que le demuestre su fortaleza, carácter, temple o autosuficiencia. Los hombres están acostumbrados a servir como proveedores de la mujer, a protegerla y cuidarla y cualquier cosa que afecte ese rol puede ser visto como una amenaza para exteriorizar lo que desde hace muchos años es tradición.

Lo cierto es que cada vez más las mujeres son más independientes, ya no tienen las mismas preocupaciones por estar soletera, de hecho muchas lo prefieren, se desarrollan profesionalmente, se destacan en posiciones importantes a nivel empresarial, pueden ejecutar muchos roles a la vez con alta eficacia y esto puede intimidar a algunos hombres…

Todas las mujeres están llenas de fortaleza, sin embargo, algunas pueden tener esa condición dormida por miedos, por costumbre, por inseguridades o sencillamente porque se sienten a gusto en su zona de confort, donde bien pueden ser tratadas como unas verdaderas princesas, donde todas sus necesidades físicas están cubiertas, donde cuentan con muchos recursos para autodesarrollarse, donde se ven llenas de atenciones… y otras en el otro extremo que pueden fácilmente dramatizar con su vida los mejores tiempos de la esclavitud, donde sus necesidades siempre están en segundo plano.

No se trata de entablar una competencia para estudiar cuáles son las mujeres más fuertes, cuáles son capaces de autosostenerse, cuáles se sienten autorealizadas y no dependen de absolutamente nadie para ser felices, para sentirse a gusto por sí mismas o sencillamente tener la suficiente independencia como para manejar su vida con todas sus necesidades cubiertas. Se trata de entender que todas las mujeres en esencia tienen una gran fortaleza y todas son capaces de valerse por sí mismas, solo que esta condición puede estar dormida bien por alguna decisión propia o la influencia de otra (s) persona (s).

La independencia asusta a muchos hombres, la fortaleza en la mujer los hace dudar acerca de su capacidad de cubrir las necesidades de la mujer. Los hace sentirse inseguros una mujer que sea capaz de cambiar una grifería, que no necesita de su dinero para cubrir sus necesidades, que puede arreglarse todas las mañanas, dejar el niño en el cole, ir a la oficina, destacarse como profesional, llegar a casa a cocinar y limpiar, hacer tareas, ocuparse de mil cosas más y aun así poder mostrar una sonrisa en el rostro.

Lo que el tipo de hombres no entiende, es que todas las mujeres tienen el potencial para realizar de forma destacada mil funciones, algunas que solo ellas pueden realizar, pero aun así les resulta grato tener al príncipe cerca, ése que les baje las estrellas en una frase, que les acaricie y las cuide, que cambie los bombillos, que les regale chocolates, que las invite a una rica cena, que planifique un viaje sorpresa, que le reconozca sus méritos y le cuide sus alas para que vuele más alto, que la acompañe y crezca a su lado…

Yo, con un instinto profundo, elijo un hombre que provoca mi fuerza, que ejerce demandas enormes sobre mí, que no duda de mi coraje ni mi rudeza, que tiene coraje de tratarme como una mujer. ― Anaïs Nin

 

Intimidarse carece de sentido, ellas no quieren competir con los hombres, no es necesario… Todas llevan a una guerrera y a una princesa adentro… Solo que algunas han preferido o se han visto en la necesidad de potenciar una de las dos, pero las dos están allí.

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