Las 12 leyes del Karma
“Cada Causa tiene su Efecto; cada Efecto tiene su Causa; todo sucede de acuerdo con la Ley; el Azar no es solo sino un nombre para una Ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.” —El Kybalión –
Como dijo Confucio, si existiera una máxima que debiera ser la base de todas las acciones que tomamos a lo largo de nuestra vida, seguramente sería la máxima de la compasión “no hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti”.
Como seguramente ya sabemos, el Karma es lo que en la filosofía budista se conoce como “el juez de nuestros actos”, una energía trascendente e invisible que van creando nuestros comportamientos, los cuales acumulan una deuda de consecuencias que tarde o temprano se deberá pagar.
Da igual que pasen veinte minutos o veinte años desde que activamos esas fuerzas, siempre volverán a nosotros. Esta creencia está ligada a las reencarnaciones del alma, pues la energía que creemos se usará para purificarnos hasta que alcancemos la perfección.
Es precisamente la reencarnación la que nos permite seguir avanzando libremente. Aún a riesgo de ser demasiado simplista, la creación de karma bueno o malo e intencional o no intencional dirigirá lo que tendremos que enfrentar o resolver en nuestra vida.
La primera meta es aprender a través de la experiencia a ser almas más puras y respetuosas, de manera que nuestra deuda negativa quede saldara. En cuanto al karma nada queda al hacer, articulándose su acción en base a 12 leyes, las cuales dictaminarán cómo responderemos por nuestras acciones, pensamientos y sentimientos:
- LA GRAN LEY o la ley de causa y efecto. O lo que es lo mismo, cada uno recoge lo que siembra. Si envías energía negativa volverá a ti pero 10 veces más potente. El Karma nos hace reflexionar sobre nuestros sufrimientos.
- LEY DE LA CREACIÓN. somos parte de la corriente de nacimiento de la naturaleza y nuestras vidas se reproducen como el resto de ciclos naturales. Somos un todo, por lo que lo que nos rodea nos da pistas sobre nuestro estado interior.
- LEY DE LA HUMILDAD: Lo que te niegas a aceptar, te va a seguir ocurriendo. Debemos valorar lo negativo y lo positivo en conjunción, evitando sentirnos desgraciados o superiores. Es decir, lo ideal es un equilibrio y, por ello, debemos aceptar cada cosa y vivir con humildad.
- LEY DEL CRECIMIENTO: donde quiera que vayas, siempre estarás tú. Es imprescindible tener muy presente que nuestra esencia reside en nuestro espíritu y que el resto se escapa de nuestro control. Por ello, mejorar nuestra vida interior significará una mejora de nuestro karma. De ahí la importancia de amarnos a nosotros mismos para permitirnos crecer.
- LEY DE RESPONSABILIDAD: cuando algo malo nos sucede significa que hay algo mal en nuestro interior. Lo que nos rodea nos refleja y viceversa, por eso es tan importante asumir la responsabilidad y tomar las riendas de nuestra vida.
- LEY DE LA CONEXIÓN: Cualquier pensamiento, emoción o comportamiento tiene repercusiones. Aunque nos parezca insignificante, todo el universo está en conectado. Cada paso que demos en la vida es importante y necesario, sea pasado, presente o futuro.
- LEY DEL ENFOQUE: De la misma forma que no podemos adelantar dos piernas a la vez cuando queremos caminar, tampoco podemos pensar en dos cosas al mismo tiempo. Es necesario que no perdamos el norte en nuestra brújula vital, pues de esta manera despertaremos inseguridades y sentimientos negativos diversos.
- LEY DEL DAR Y DE LA HOSPITALIDAD: Da siempre, aunque no te sobre. Pon en práctica los aprendizajes de tu vida y no te olvides de tratar con respeto lo que te rodea. No caben excepciones.
- LEY DE AQUÍ Y AHORA: No mires hacia atrás, no permitas que los viejos pensamientos y hábitos te impidan renovar del presente. Debes estar en el aquí y el ahora, pues te toca trabajar en el momento presente.
- LEY DEL CAMBIO: La historia se repite hasta que aprendamos las lecciones del que tenemos que cambiar en nuestro camino.
- LEY DE LA PACIENCIA Y LA RECOMPENSA: Todas las recompensas requieren de un esfuerzo inicial. La mayor gratificación es la que demanda más dedicación, paciencia y persistencia. Amar nuestro sitio en el mundo recompensará nuestro esfuerzo a su debido tiempo, justo cuando hayamos aprendido la importancia de estos valores.
- LEY DE LA IMPORTANCIA E INSPIRACIÓN: Esta ley nos enseña el valor del esfuerzo y de la dedicación. Cada contribución personal lo es también a la totalidad. Pon tu corazón en todo lo que hagas, pues será lo que verdaderamente tenga un impacto destacable en tu entorno.
Creas o no en la filosofía kármica, lo cierto es que a veces parece que de lo único que podemos estar seguros es de que la primavera o el invierno volverán pero, en verdad, como dijo Voltaire, “no es más sorprendente nacer dos veces y no una; pues todo en la naturaleza es resurrección”.