RINCÓN del TIBET

La maravillosa experiencia de recibir a un bebé

La maravillosa experiencia de recibir a un bebé

No hay nada más emocionante que la llegada de un nuevo integrante a la familia, es el momento más gratificante y feliz, la mayoría de nosotros ha pasado por esto, no necesariamente como padres… no importa cuál sea el parentesco si al final ese pequeño ser, llenará de alegría tus días.

Durante 9 meses sueñan cómo será, están los que vaticinan qué sexo tendrá, ¡Es niño! Porque la barriga es redonda, ¡Es niña! Porque te da más nauseas, en fin, tantos métodos antiguos que se utilizan, nada más para adelantarnos y hacer la situación más intrigante y hasta competitiva.

Imaginar sus ojos, cara, cuerpo, cabello, a quién se parecerá, son todas las interrogantes que pasan por la mente, pero lo realmente importante no es eso, lo más transcendental es toda la carga de buena energía que este momento especial trae, ilusiones, felicidad, agradecimiento y un cúmulo de sentimientos más, que son inimaginables

“Cuando tenemos a un bebé recién nacido entre los brazos estamos contemplando el milagro de la vida”

 

Ver su crecimiento nos llena de asombro, cómo un ser tan pequeño puede paralizarnos completamente el mundo con un solo balbucear, hasta al más serio lo hace hablar como niño, nos cambia la mentalidad completamente, la expresión corporal y hasta ver su inocencia nos relaja, hace que viajemos a otro mundo, nos transportemos a la niñez, que ahora siendo adultos añoramos tanto.

Sus primeros pasos, su primera palabra, tan increíble el poder de la evolución, que no importa cuántos integrantes crezcan en la familia la emoción por cada uno siempre es la misma.

Cuidarlos, guiarlos, ser un ejemplo para ellos es parte de la responsabilidad que viene consigo en todo este lindo trayecto.

Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre. Gabriel García Márquez

 

Es una bendición, la llegada de un bebe a casa, es como pequeño tallo que va a florecer en el jardín, el cual día a día tenemos que regar para que sea la flor más frondosa de todas. Representa el principio de un largo y lindo camino, el milagro del presente y la esperanza del futuro.

Procuremos que esos seres pequeñitos que vienen a iluminar nuestras vidas se sientan felices de tenernos en su entorno, que encuentren en nuestras manos aquellas que los acariciarán, los levantarán de sus caídas, las que cuidarán de ellos y con las que siempre contarán, aún cuando ya no sean tan pequeños como cuando se metieron en nuestros corazones para no salir jamás.

Por eso hoy demos gracias a todos esos pequeños seres que han llegado para iluminarnos con su inocencia, su dulzura, amor y ocurrencias, cada día nos enseñan que la vida siempre tendrá sentido.

 

T.A.C.A

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