RINCÓN del TIBET

Se puede transformar al mundo, por medio de nuestros hijos

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Formemos a nuestros hijos para ser capaces de transformar al mundo

Diariamente nos enfrentamos a una realidad, vivimos ajustados a una demanda de un mundo que en muchos aspectos pareciera que fuera a estallar, todo lo negativo se hace ver, el consumismo, la miseria, la falta de amor y terribles realidades afloran a diario y desafortunadamente es lo que prevalece.

Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un caracter. Siembra un carácter y cosecharás un destino. Charles Reade

Sin embargo, hay una realidad que también está emergiendo y es que hay un despertar general de la conciencia humana, de la esencia de la vida, de lo verdaderamente valioso, por alegría o sufrimiento, todos pasan por esa búsqueda.

Nuestros hijos, vienen a ser parte importante de esos cambios, de esa sociedad que soñamos, del mundo en amor y paz, y de alguna manera no les estamos dando las herramientas, por el contrario, estamos formando seres para un mundo terrible y competitivo, les estamos dando herramientas para sobrevivir, para derribar, para resistir, y no está mal, pero no debemos olvidar lo esencial y vital que debemos grabar en el alma de nuestros hijos.

No se puede recoger la cosecha, antes de la siembra. Anónimo

El mundo se transforma en lo que sus habitantes hacen de el, así que no puede haber un cambio si no nos ocupamos de transformar las debilidades de nuestros hijos, de infundir bondad, honestidad, amor y respeto por el otro, si los enseñamos a ser egoístas, vivirán en un mundo dominado por el egoísmo, si aprenden a jugar sucio, vivirán a la defensiva y llenos de desconfianza y sea como sea que lo veamos, somos los principales responsables de lo que sembramos en nuestros hijos.

Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo.
Alexei Tolstoi

Todos tenemos un punto de vista natural respecto a lo que deseamos o no para nuestros hijos, pero es necesario abrir la mente y entender que la vida no termina aquí, que hay que preparar a nuestros hijos para un mundo mejor, que sean capaces de transformar, que sepan ser compasivos con los demás, solidarios, respetuosos de la vida y del verdadero sentido del amor, que hagan lo que hagan en la vida los hombres representan la fuerza, la mujer es la esencia de la vida y todos somos iguales más allá de las creencias.

Debemos recordar que nuestros hijos son la generación de relevo y sus hijos, nuestros nietos, también, así que lo que sembramos en nuestros hijos ellos también lo trasladarán a los suyos y así sucesivamente, hasta que la transformación del mundo sea imparable.

Por: Marvi Martínez

 

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