RINCÓN del TIBET

Es mejor estar solo que acompañado por razones equivocadas

acompañado

Es preferible estar solo por buenas razones, que acompañado por razones equivocadas

Estar solo puede significar para muchos un estado no deseado, bien sea porque se sienten más a gusto acompañados con alguien más, porque desean llevar a cabo planes que normalmente se ejecutan acompañados o simplemente desean amar y ser amados.

El hecho de estar solos no debe representar algo negativo, tampoco tiene que ser definitivo, pero debe saberse apreciar para que no resulte una tortura o una búsqueda constante de alguien a quien querer, lo que hace que no se logre disfrutar de la soltería.

Estar sin pareja no debe representar sentirse solo, de hecho si no podemos estar con nosotros mismos, con dificultad, lograremos estar bien con alguien más, únicamente siendo conscientes de que no necesitamos a alguien para sentirnos plenos es cuando estamos realmente preparados para ofrecer un amor sin dependencias de ninguna índole.

Algunas veces por la resistencia a estar solos, por miedo, por la necesidad de estar acompañados, por sentirnos vulnerables sin una pareja, nos involucramos con alguien, procurando llenar espacios… cuando los vínculos se establecen por este tipo de motivos, normalmente se crean relaciones a través de las cuales se satisfacen necesidades el uno al otro, en este punto se genera el apego y con él el sufrimiento.

El término apego está bastante relacionado con el amor, pero resulta que es como se vería el amor cuando se da desde el ego, no desde nuestro corazón, desde donde se ama de forma incondicional, este tipo de amor es poco frecuente, puesto que por lo general siempre esperamos algo a cambio, siempre esperamos satisfacer con la otra persona nuestras necesidades y procurar en nosotros el bienestar que se decanta por estar con alguien, existe el egoísmo, los celos, la guerra de poderes, el miedo a perder el estatus, la relación, la posibilidad de…, la comodidad de contar con alguien, etc.

Todo esto nos hace pensar que la mayoría de las relaciones se basan en apegos y éstas por lo general son las más propensas a los conflictos, las separaciones o a las uniones por interés. Cuando estés con alguien chequea tus motivos y mira desde dónde dices amar: prefiero estar con esa persona, me gusta lo que puedo ofrecer, como puedo hacer la vida más sencilla, qué estoy dispuesto a dar… o bien: no quiero estar solo, necesito a alguien que me ayude con las cuentas, necesito un papá para mi hijo, tengo miedo de enfrentar la vida solo, necesito a alguien que me cuide, etc, etc…

Trata de encaminar tus energías hacia la libertad, desde donde surge el amor real, trata de diferenciar entre preferir y necesitar estar acompañado, aprende a sentirte bien y capaz contigo mismo y sobre todo procura no involucrarte con alguien por los motivos equivocados, si es que quieres vivir un amor pleno y no solamente suplir alguna necesidad.

 

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