RINCÓN del TIBET

Enamórala todos los días, no cuando tengas miedo de perderla

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Enamórala todos los días, no solo cuando sientas miedo de perderla

Enamórala cada día, dale los buenos días, si estás a su lado dale gracias a la vida por tenerla cerca y poderle decir la bendición que ha sido en tu vida. El amor y la atención que le des, será la mejor inversión que puedas hacer, una mujer enamorada será sin duda, tu mejor compañera, tu cómplice, tu amiga, tu amante…

Enamórala, no descuides los detalles, las atenciones, mándale una foto con cara de “te extraño” a la hora de dejar de verla, dile lo bella que es para ti, aun recién levantada, que tiene días intensos en los cuales quieres meterla en una caja, pero que aun así quieres llevar esa cajita contigo.

Enamórala  con besos y caricias, nunca deben perder su intensidad, demuéstrale cómo disfrutas su presencia, su cuerpo, su voz… Cómo te gusta verla sonreír y a veces llorar por esa película de dibujos animados que le enternece el corazón. Sí, ella no es perfecta, pero ten la seguridad de que hará de tu vida algo maravilloso si con constancia la llenas de amor, así que enamórala  todos los días.


 

Luego de que una relación se establece, algunas parejas suelen abandonar los detalles, pueden dejarse llevar por la rutina, por las dinámicas que consumen el tiempo a diario. Quizás se sienten tan seguros, que tienden a darse por sentado, se dejan atrás los tiempos en donde compartían momentos especiales, las cenas románticas, las sorpresas y la importancia de generar en el otro una sonrisa.

El amor se cultiva día a día, se cuida, se siembra, si no, se marchita. Tiene capacidad de autosostenerse por un tiempo, pero luego irá yendo a menos cada día, pudiendo mantenerse por mucho tiempo bajo sombras o sencillamente abrirse nuevos caminos.

“El amor vive del detalle y procede microscópicamente.

José Ortega y Gasset

Todos nos sentimos plenos cuando estamos enamorados, ciertamente la fase de conquista e inicio de la relación tiene un pico hormonal que nos impulsa a destacarnos por nuestras acciones, sin embargo, podemos mantener la calidad de lo que entregamos o aumentarla, no es necesario que una vez realizada la conquista se abandonen los esfuerzos, retomándose cuando sentimos perdida la relación.

Si damos lo mejor de nosotros en una relación, pase lo que pase nos sentiremos bien con nosotros mismos, sin embargo, si solo en momentos puntuales demostramos amor e interés, perderemos el efecto que podríamos generar en la pareja y estaremos propensos a que los finales se hagan presentes.

Amemos y cultivemos ese amor, mientras sea importante para nosotros, mientras queramos estar en esa relación, seamos comprometidos con ella. Demos lo que nos gustaría recibir y apostemos día a día por cultivar una relación donde predomine el amor en todas sus presentaciones.

 

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

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