Quien repite amores, repite errores
Las segundas oportunidades representan un tema negado para algunos, pero para otros que si repiten es opción válida y considerable, especialmente cuando con el paso del tiempo no se logra ocupar el espacio la pareja logró ocupar y la balanza se inclina a favor de reintentarlo con esa persona que consideramos especial.
Sin embargo, cuando repetimos amores, nos vemos expuestos a repetir errores, a manejar de la misma manera aspectos de la vida, a chocar en las mismas cosas, a desagradarnos ante lo que anteriormente nos generaba el mismo rechazo… en fin… Ha pasado el tiempo, pero nuestra esencia permanece, podemos haber madurado en ciertas cosas, podemos haber aprendido a utilizar algunas nuevas herramientas, pero en el fondo seguimos siendo las mismas dos personas interactuando.
Obviamente las experiencias enriquecen, nos hacen madurar y ver las cosas desde otras perspectivas, pero especialmente cuando interactuamos con las mismas personas del pasado solemos actuar de forma similar a la cual lo hacíamos antes. Inclusive cuando nos reencontramos con amigos del pasado y conversamos con ellos, si nos fijamos, nuestra manera de hablar, de comportarnos seguirá el patrón que nos regía en esa época.
Por lo que muchas veces podemos sentirnos muy cambiados, podemos sentir que abordamos las cosas de forma diferente, pero la realidad es que al vincularnos a la misma persona del pasado, volvemos a actuar como antes, tanto para lo positivo como para lo negativo.
Si vemos la posibilidad de volver con alguien de nuestro pasado, no vayamos predispuestos, pero sí examinemos las causas que llevaron a la ruptura de la relación en su momento y determinemos qué tan factible es que las condiciones en el momento presente sean diferentes a las del pasado, las cosas que no separaron resultan negociables, o sin duda de presentarse nuevamente no podríamos superarlo, la disposición a retomar la relación viene de uno solo y del otro solo hay una respuesta pasiva, son factores que debemos considerar antes de involucrarnos nuevamente con un amor del pasado.
Mientras más dolorosa haya sido la separación, con mayor cuidado debemos tomar la decisión de volver, porque los errores se repiten, es como quien ha dejado de fumar y le ha costado mucho y ya cuando está perfectamente en libertad del hábito, se ve tentado a caer…
Esto por poner un ejemplo donde es sabido que se presenta un estado de adicción y que resulta muy fuerte y doloroso cortar los hábitos generados… Ya sabemos lo que representa, las satisfacciones que nos da y todas las desventajas que lleva consigo, si estamos considerando retomar, en el caso del cigarrillo puede ser por débil o necio, pero en el caso de un amor del pasado, pues pudimos habernos dado cuenta de que es nuestra mejor opción a pesar de lo que en algún momento nos separó.
Los errores si se repiten y debemos estar conscientes de ello, tratemos que al menos las reacciones sean diferentes y así generar resultados distintos a los previamente obtenidos.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet