El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos…
Conseguir los verdaderos amigos que se hacen compañeros de vida, resulta ser todo una odisea, realmente es bastante complejo hoy día poder confiar en alguien que no actúe siempre orientado a sus propios intereses, lo cual no se juzga, pero ante cada acción de nuestra vida debemos aprender a considerar a los demás, en tanto más amor sumamos a nuestra vida, más felicidad recibiremos.
La probabilidad de hacer mal se encuentra cien veces al día; la de hacer bien una vez al año. Refrán
Si bien encontrar amigos verdaderos y construir amistades reales, es un tanto inexistente, también es necesario entender que los amigos no son perfectos, no son seres extraterrestres que son asignados a nuestra vida para siempre quedar bien ante nuestros ojos, no son infalibles ni capaces de no equivocarse jamás, por el contrario, son humanos, imperfectos, como cada ser de este terrón que habitamos, por ello son únicos y especiales y si no comprendemos el valor de cada ser, con sus virtudes y defectos, simplemente nos quedaremos eternamente solos viviendo en la incredulidad y la desconfianza.
Cada persona que forma parte de nuestra vida tiene un propósito, cada relación que iniciamos, cada vínculo que establecemos y que construimos, tiene un valor, tiene una importancia, no se trata de lo fiel que resulte ser la persona a lo largo de nuestra vida o de todo lo que nos agrada de ella, se trata de comprender la existencia de cada quien y de básicamente aceptar a cada quien como es, sin pretender cambiar constantemente o transformar a nadie, simplemente aprender a disfrutar de sus virtudes y de las cosas que tenemos en común y de aceptar y tolerar aquello con lo que no estamos enteramente de acuerdo.
¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías? Miguel de Cervantes
Los amigos son piezas claves en nuestra vida y por más desconfiados que seamos en la vida, requerimos de ellos, los necesitamos, hacen nuestra vida mejor, nos hacen personas mejores, debemos valorarlos y disfrutarlos, con sus virtudes y defectos, incluso entender que sus defectos pueden ser grandes oportunidades, no vivir en constante atención de sus fallas, de sus posibilidades de cometer alguna falta hacia nosotros, más bien se trata de entender que necesitamos confiar, creer, tolerar y compartir y que si buscamos amigos que no tengan posibilidad alguna de decepcionarnos, simplemente nos quedaremos solos y sin amigos.
Cada persona ofrece algo maravilloso, cada quien tiene siempre muchas cosas que dar, si nos abrimos a las posibilidades que cada quien ofrece, podremos ver siempre lo maravillosos de las personas en lugar de vislumbrar a primera instancia sus defectos, si bien es válido ser precavidos y prudentes, también es cierto y realmente más sabio, que se vive mejor desde el amor y no desde la incertidumbre y la desesperanza, siempre obtendremos mejores resultados si vemos las cosas desde un cristal positivo y compasivo, que desde la duda y la posibilidad de los errores latentes.
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros. Cicerón
Aceptar los defectos de cada quien, es una manera muy sabia de cultivar las relaciones, nos enseña que la tolerancia es un ingrediente obligatorio en las relaciones, que los amigos están, en las buenas y en las malas, pero no dejan de ser humanos por ello y que si en algún momento cometen algún error o simplemente sus peores defectos salen a flote, debe prevalecer la amistad, la capacidad como amigos de subsanar lo ocurrido, solo eso demostrará el valor de su amistad, pues no se debe olvidar que no solo el es tu amigo, tu también debes saber serlo en cada momento.