El más difícil no es el primer beso, sino el último

Cómo olvidar la primera vez que tu mirada cruzó con la mía, quién iba a pensar que esos ojos color café serían la causa de tantas locuras, que esa sonrisa tan encantadora sería mi Talón de Aquiles. Amanecer a tu lado cada mañana era la sensación más gratificante que había tenido en años, sin contar cada beso apasionado y todos esos planes futuristas que prometimos cumplir. Es que realmente era un sueño en mi vida, de esos que siempre deseas tener y que jamás quieres perder.

Fueron tantos momentos lindo que difícilmente se pueden borrar, es que todo parecía encajar perfectamente, nuestros gustos, tu familia, la mía, nuestras amistades que de verdad nadie podía imaginar lo que entre nosotros iba a pasar.

Poco a poco los meses fueron pasando, incontables momentos juntos, pero algo fue cambiando, sí, ese amor que era mi escudo, mi arma y amuleto diario, fue tornándose diferente, no diré que fue solo tu culpa, sería irresponsable de mi parte, pero cuando me hiciste saber tu sentir ya era demasiado tarde para poder hacer algo.

Tu mirada no era la misma, se fue desvaneciendo poco a poco, cada vez te fui sintiendo más ausente, más lejano, como si fueras alguien totalmente distinto al que conocí,  ya no te esforzabas por lograr robarme sonrisas solo para verme feliz, simplemente ya no tenías las mismas ganas y no pudiste ocultarlo más

Solamente pasaba diez minutos con el amor de su vida, y miles de horas pensando en él. Paulo Coelho

Era difícil para ambos tomar la determinación de acabar con este relación, lo sé, nos ataba el tiempo, la costumbre, el qué dirán, la dependencia, el miedo a la soledad y en mi caso el amor, tantas cosas que de verdad debo confesar que me aterraba enfrentarlo, pero en el fondo sabía que era lo más sano para ambos, tu cuerpo me lo pedía a gritos, tus ojos me lo rogaban y yo aunque te amaba no podía mantenerte por más tiempo junto a mí, aunque en mis ganas locas e irracionales por seguirte queriendo hubiese dado todo por recuperar lo que un día fuimos, pero se necesitan dos para poder lograrlo.

Sabía perfectamente que vendrían días difícil que debía superar, preguntas incomodas que tenía que soportar, parejas enamoradas y felices que tenía que seguir viendo y aún así seguir adelante, volver a comenzar, replantearme cada sueño sin ti. Debo confesar que ha sido difícil, pero no más que nuestro último beso.

Atesoraré cada momento vivido, porque para mí valió la pena innumerables momentos de risa, de sueños, de ilusiones y hasta de lágrimas, porque aunque hoy me duelas mañana sé que serás una linda historia en el baúl de mis recuerdos y solo por eso GRACIAS.

Hoy más que nunca creo que nuestra misión fue conocernos, pero el destino no era permanecer juntos.

T.A.C.A