RINCÓN del TIBET

El desinterés puede acabar con grandes amores

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El desinterés puede acabar con grandes amores

Ciertamente nosotros nunca vamos a ser los mismos a lo largo de la vida, tenemos etapas que nos marcan, experiencias que afloran cosas diferentes en nosotros, y algunas veces nuestra atención dista de ubicarse en nuestras relaciones afectivas y esto para muchos podría verse como desinterés.

Y el denominarlo desinterés no deja de ser verdad, porque nuestro enfoque simplemente está en otra parte, que no necesariamente tiene que ver en un factor amenazante para una relación, pero que determina nuestras acciones y nuestra conducta, haciéndonos blanco perfecto para cuestionar la manera en la cual atendemos nuestros afectos.

A veces no estamos en capacidad de cuidar nuestras propias demandas y las demandas de nuestras relaciones de manera simultánea y esto no quiere decir que queramos llevar un vínculo a término, solo que estamos aprendiendo o intentando hacer encajar las diferentes piezas esenciales del rompecabezas de nuestra vida.

En algunos momentos demandamos soledad, introspección, espacio y es prioritario cuando se mantiene una relación de pareja que dichas demandas se puedan satisfacer. Debemos intentar determinar qué estamos buscando y será más sencillo hallarlo si nos dedicamos tiempo para estar con nosotros mismos.

Si no tenemos intenciones de acabar con nuestra relación, debemos ser capaces de mantener un equilibrio en esas etapas en las cuales necesitamos atender a nuestros requerimientos individuales, procurando no abandonar a quienes nos quieren, intentando decir presente y no romper con las rutinas a las cuales hemos acostumbrado a nuestros afectos.

Quien mucho se ausenta, pronto deja de hacer falta

No debemos abandonar afectivamente a nuestras relaciones que se nutren justamente de nuestro amor y nuestra atención, porque aun estando claros en lo que queremos, muchas veces no lo demostramos coherentemente y terminamos por abrir un abismo entre nosotros y la persona que amamos por nuestro desinterés, que quizás no sea posible cerrar nuevamente.

La confianza, la comunicación, la comprensión y la empatía son factores importantes cuando queremos establecer una relación que  sea sostenible en el tiempo, a través de la cual nos podamos proyectar a largo plazo. Si no queremos generar vacíos, desinterés, sembrar dudas o enfriar amores, será mejor que aprendamos a hacer una distribución de tiempo en la que nada de lo que nos importa realmente se vea desatendido.

En los casos en los cuales sencillamente el tiempo no nos ayude, debemos procurar exponer de la forma más honesta qué nos impide centrar nuestra atención en un punto determinado y tratar de decir presente a través de otros mecanismos.  De cualquier forma la renovación y el reinventarse como individuos y como pareja es el proceso de adaptación al amor con la metamorfosis más hermosa, si ambos se alinean con la dinámica y comparten un norte.

Evidentemente habrá una infinidad de casos en los cuales el desinterés sea simplemente el síntoma de que el desamor ha tocado a nuestra puerta y le hemos dado entrada y en estos casos solo nos queda determinar qué medidas queremos tomar, si lo invitamos a salir prontamente o permitimos que se instale y haga los ajustes que correspondan en nuestras vidas.

En cualquier caso, procuremos que nuestras decisiones vayan de la mano con lo que quiere el corazón, el nuestro, porque a veces por evitar lastimar a alguien terminamos en situaciones que no queremos vivir y los resultados son nefastos. Ciertamente cualquier decisión que tomemos debe ir acompañada de respeto y cuidado por cada una de las personas involucradas. Procurando siempre dejar huellas positivas en quienes comparten sus caminos con nosotros, en lugar de cicatrices.

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

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