El amor por tus hijos debe engrandecer tu rol de mujer, nunca anularlo
La maternidad es una de las vivencias y las experiencias que más engrandece porque es maravillosa, gratificante y sensibilizadora, convertirse en madre cambia tu vida, simplemente para siempre, de miles de maneras y por millones de razones, tu vida comienza a hacerse compartida, majestuosa, intensa, jamás serás la misma una vez que seas madre, esto lo saben muy bien las mujeres que han elegido ser madres.
No hay manera de ser una madre perfecta, hay un millón de maneras de ser una buena madre. Jill Churchill
Los hijos representan muchas razones en la vida de una mujer, vivimos por nuestros hijos, nos engrandecen, nos entregamos a ellos, organizamos nuestra vida en torno a ellos, a sus horarios, necesidades, prioridades y todo lo que hagamos en nuestra vida gira en torno a ellos, esto obviamente, es una obligación prácticamente los primeros años de vida, pero debemos ser muy cuidadosas respecto a nuestra propia vida cuando somos madres.
No hay nada más hermoso, gratificante, y que engrandece, que el entregarle tiempo a los hijos, pero también es cierto y real que no podemos anularnos como mujeres por el hecho de ser madres, porque al pasar de los años, los hijos crecen y se van, hacen su vida, forman hogar y toca como mujer, como persona, retomar nuestra vida y esto puede resultar un tanto difícil cuando nos hemos anulado por el hecho de ser madres.
Madre: La palabra más bella pronunciada por el ser humano. Kahlil Gibran
Nuestra condición de mujer no debemos olvidarla, no sólo en nuestro rol de madres, sino como mujeres en sí, la femineidad, la vida social, las relaciones y nuestro amor propio, ese en cual dedicamos un instante y un espacio a hacer algo que nos gusta, y no me refiero a criar a los hijos, que si bien es una parte hermosa de la esencia de ser mujer, también es gratificante continuar haciendo aquello que amamos, profesionalmente, laboralmente, personalmente, de cualquier manera, recordar que somos seres humanos, mujeres y al igual que todo el mundo requerimos tiempo para ser y manifestarnos.
No debemos dejar de un lado nuestra persona, todas aquellas cosas que nos gustaba hacer antes de ser madres, si bien es justo y lógico adaptar nuestro tiempo, donde en su mayoría nos dedicaremos a nuestros hijos, también debemos seguir cultivando nuestra propia vida, individual, particular y en relación con nosotras mismas, no sólo para evitar anularnos, sino para brindar lo mejor de nosotras mismas a nuestros hijos.
Sólo una madre sabe lo que es amar y ser feliz. Anónimo
Sea cual sea tu elección, entregarte a la maternidad a tiempo completo, compartir tu espacio con tu profesión, ser ama de casa íntegra o como sea que decidas asumir tu maternidad, ten en cuenta tu propia ser y engrandécete, no te anules, enaltece día a día todo aquello que amas de ti, todo aquello que te recordaba a ti misma, que te reconforta, que te permite expresarse.
No se trata de abandonar a los hijos o de quitar calidad a su tiempo, es simplemente recordar que sigues y seguirás viva y que únicamente siendo feliz podrás entregar felicidad a tus hijos, si te anulas como mujer y te entregas a la amargura y al agobio y agotamiento propio de la maternidad, terminarás transmitiendo esto a tus hijos, así que en lugar de hacer el bien resultas haciendo todo lo contrario.
Ama y disfruta tu maternidad porque ella te engrandece, pero hazlo a través de ti, no a un lado de ti, no te anules como mujer, suma esta virtud de ser madre a lo maravilloso de tu vida misma.