Dónde no hay amor… ¿De qué sirve la belleza?
Cuando vivimos de las apariencias, la belleza se convierte en algo realmente importante y prioritario, muchas personas no logran concebir la vida sin atender principalmente a su belleza, a su apariencia, a la manera en que son percibidas por los demás, la impresión que causan y lo que piensan de ellas…
La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma. George Sand
Tristemente esta manera de vivir, consume mucha energía, lleva a cada persona a invertir muchísimo tiempo y energía en cultivar algo que inevitablemente pasará, se esfumará, se transformará, pues es ley de vida, es natural y real lo que ocurre a cada ser humano con el pasar de los años, por más que se espere detener el tiempo, alargar los años y renovar constantemente la frescura, la belleza siempre se transforma, pero cuando no hay amor, esto no puede percibirse ni valorarse, únicamente contará aquella belleza que se mira a través de los ojos y que cubre la superficie.
Los ojos del alma, cuando hay amor, son los únicos que pueden traspasar cualquier percepción, que pueden ir más allá de cualquier aspecto, máscara, apariencia o superficialidad, es el amor el que nos permite percibir la belleza real, esa que observamos profundamente, que nos conecta, que nos transporta y que nos llena de plenitud.
Mira dos veces para ver lo justo. No mires más que una vez para ver lo bello. Henry F. Amiel
Nuestros ojos pueden percibir paisajes hermosos, momentos maravillosos y grabar impresiones que jamás se borrarán, pero las verdaderas vivencias se albergan en el alma, cuando hay amor la belleza trasciende lo efímero, lo superficial y lo falso, no se trata de no apreciar la belleza, de no reconocer algún rostro hermoso, una persona agraciada o sencillamente una sonrisa sobresaliente, se trata de llevarlo más allá, de aprender a apreciar la belleza con todos los sentidos, porque además lo que puede resultar hermoso para unos no tiene que serlo para otros, es todo cuestión de gustos y preferencias
Pero la verdadera belleza, la que se reconoce cuando hay amor, en el y a través de el, va más allá de esa impresión, de esa moda, de lo común y lo ordinario, es esa belleza sutil que podemos apreciar cuando miramos el horizonte, la calidez de la belleza de la naturaleza o de la hermosa mirada de un niño, la belleza que se aprecia cuando hay amor no se esconde tras ningún maquillaje, ninguna máscara, ninguna intención, simplemente es…
Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla. Confucio
Podemos malgastar nuestro tiempo y todos los minutos de nuestra vida cultivando nuestra belleza física, intentando ser más atractivos, más voluptuosos, más aceptados, no esta mal si es la elección de cada quien, pero si esta belleza no va acompañada del amor, no tiene finalmente ningún sentido, se puede ser el ser más atractivo del planeta, objeto de todas las miradas y de los pensamientos más irreales, puede sentirse el ego plenamente y constantemente satisfecho, pero si no hay amor, al final del día lo que queda tras el ego dormido es un profundo vacío.
Ten a bien cultivar aquello que elijas, eres protagonista de tu vida y puedes enaltecer de ella lo que quieras, pero jamás hagas de lado el amor por priorizar la belleza, esta dura poco y aunque se disfruta mucho, las enseñanzas más hermosas, las experiencias más trascendentales, se viven en el alma…no en el cuerpo.