RINCÓN del TIBET

Dime de que alardeas y te diré de qué careces…

Dime de que alardeas y te diré de qué careces…

Si sabes lo que tienes ¿Para qué alardear de ello? Vivir de las apariencias no es vivir, es tan solo fingir que estas viviendo. Gaby

 

Todos alguna vez en la vida en algunas circunstancias, nos hemos rodeado de personas que disfrutan comentando sus logros, comentando sus éxitos, hablando sobre las oportunidades y las maravillas de su vida, incluso por qué no? nosotros mismos hemos sido protagonistas de estas situaciones en algún momento, sin embargo, qué ocurre cuando la conversación frecuente en la que nos involucramos y a través de la cual nos acercamos a las personas y nos relacionamos, tiende a surgir del hecho de aquello que poseemos, de las virtudes que enaltecemos constantemente, de nuestros bienes materiales, de las oportunidades y los éxitos que hemos tenido, de lo feliz que somos en nuestra relación,  de lo buen padre o madre que somos, buenos hijos, amantes, amigos, en fin, de todo lo bueno que nos sucede, incluso cuando realmente no nos sucede.

No se trata únicamente de aquellas conversaciones en las cuales nos involucramos, podemos además escuchar constantemente personas a nuestro alrededor, vivir alardeando de aquello que son y poseen…

Alardear es el mal más común del orgullo. Luis Carrillo Navas

 

Cabría entonces reflexionar, necesita una persona realmente equilibrada, feliz, pasiva y en armonía, vivir constantemente demostrando a los demás aquello que posee? nos resulta realmente satisfactorio y necesario manifestar constantemente lo que creemos nos hace feliz en nuestra vida?

Evidentemente existen cosas que nos inundan de alegría, de orgullo y de satisfacción, cosas, personas y situaciones que nos motivan, más existe una línea muy frágil y sutil entre la humildad de reconocer y compartir el éxito en la vida de una persona y la necesidad de vivir promoviendo ser reconocido por los demás… la reflexión está en el hecho de qué estamos buscando a través de esta actitud? qué estamos esperando? cuál es nuestra expectativa a partir de este comportamiento?… reconocimiento, admiración, envidia, solidaridad o sencillamente una imperiosa necesidad de compartir constantemente lo que nos hace feliz? es esto realmente necesario..?

Lo importante de esta situación, no es identificarnos y trastornarnos por el hecho de querer compartir aquello que hacemos rutinariamente, sin embargo, cuando nos encontramos en este punto de evaluación personal y de auto conocimiento, es importante tomar en cuenta lo que nos aporta cada detalle de nosotros mismos, más aún en la actualidad, en la cual la tecnología permite que estemos constantemente comunicados, invadiendo en muchas oportunidades la privacidad, irrumpiendo constantemente en las situaciones de cada quien, si bien nos acerca de alguna manera, también es real que nos distancia de una realidad interior que está constantemente allí, para sumergirnos en la ilusión de alguien más.

Lo importante es no cometer excesos, entender que aquel que realmente posee y realmente es y vive en el ser, no necesita reconocimiento de alguien más, de la admiración de otros, no necesita despertar envidia, conflictos u opiniones a través de la difusión de aquello que dice ser o poseer.

La intimidad de guardar para si mismo cada instante, cada momento de felicidad es un tesoro invaluable que realmente pocos valoran, alardear de lo que se tiene es sencillamente uno de los principales alimentos del ego, es una conducta propia de las personas inseguras, que requieren constantemente reconocimiento y que por lo general viven constantemente de la ilusión de la vida de los demás y del sentimiento que generan, especialmente en aquellas personas que al igual que él viven alardeando.

Si asumimos una actitud de humildad, crecerán nuestras cualidades.

Dalai Lama

 

No conviertas tu vida en una televisión de entretenimiento para el resto de las personas, tu vida es algo más preciado que eso, valora cada instante y cada momento para tu propio disfrute, comparte aquellas cosas con personas que realmente valorarán amorosamente y sinceramente ese momento en tu vida, y no permitas que el deseo constante de alardear de aquello que posees deje ver tus propias carencias pues solo a ti te pertenecen.

 

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