¿Cómo sé si estoy reprimiendo mis emociones?
A ciencia cierta no podemos saber si estamos o no reprimiendo alguna emoción, sin embargo, podemos sentir cuando estamos incómodos frente a alguna situación deseada o no. Cuando no dejamos que se exprese nuestra psique, no es raro que se acabe expresando nuestro cuerpo.
Las personas que tienden a reprimir lo negativo suelen tener enfermedades psicosomáticas, como problemas gastrointestinales, problemas respiratorios, dolores, problemas en el sistema inmunitario (como alergias), entre otros, esto obedece a la tensión y estrés ocasionado por el hecho de reprimir las emociones que no se están aceptando y que de alguna manera se pretenden aislar.
Reprimir las emociones representa un gran esfuerzo y gasto de energía y supone un estrés constante para nuestra mente y nuestro cuerpo, que, al cabo del tiempo, se acaba manifestando en forma de enfermedad o síntomas físicos, así como síntomas psicológicos inespecíficos que parecen salir de la nada, de allí que para llevar una vida en armonía y equilibrio, debemos aprender a manifestar nuestras emociones de la mejor manera posible.
Prefiero la emoción a las reglas correctas. Juan Gris
Por tanto, si tienes alguna enfermedad crónica, si tienes síntomas que los médicos no logran explicar del todo, si tienes dolores y contracturas con frecuencia, o si tienes síntomas psíquicos que no te explicas, es posible que tengas que prestar más atención a lo que sucede en tu interior y a tu forma habitual de comportarte, pues lo más probable es que atravieses situaciones en las cuales no te manifiestas ni te expresas como deseas.
Ni siquiera el mejor explorador del mundo hace viajes tan largos como aquel hombre que desciende a las profundidades de su corazón. Julien Green
Puedes comenzar indagando en ti mismo, preguntándote, por ejemplo, si hay alguna emoción que no sientes jamás y si consideras que esa emoción es inaceptable. Esa podría ser una de las emociones que tiendes a reprimir.
Describe qué clase de persona eres, que cualidades y características positivas destacas de ti mismo. Céntrate en esas cualidades que son importantes para ti y que no tenerlas te haría sentirte sumamente decepcionado o avergonzado. Por ejemplo, si te describes como una persona sincera que da gran importancia a la sinceridad y que considera que no ser sincera te haría sentirte decepcionado o avergonzado de ti mismo. Luego piensa en las cualidades opuestas a estas, ¿las has visto alguna vez en ti? Siguiendo con nuestro ejemplo, ¿has dejado de ser sincero alguna vez, has mentido, has sido falso o hipócrita?
Sólo hay una pequeña parte del universo de la que sabrás con certeza que puede ser mejorada, y esa parte eres tú. Aldous Huxley
No respondas con un sí o un no; en lugar de eso, busca ejemplos de ocasiones en las que no hayas sido sincero. Si no eres capaz de encontrarlas puedes preguntarte si tienes tendencia a reprimir o enmascarar ese tipo de conductas cuando las presentas y si puedes identificar por qué actúas de esa manera.
Es importante tener en cuenta que las emociones o los pensamientos surgen muchas veces de manera automática sin que podamos hacer nada por evitarlo. Es decir, tal vez no podamos evitar que surjan de repente, pero, una vez que surjan, sí podemos manejarlas de un modo adecuado para expresarlas de la forma más aceptable. Es decir, podemos sentir ira de repente, tras algún acontecimiento, pero si la reconocemos y aceptamos que la hemos sentido, podremos trabajar en ella, calmarnos y expresar nuestro enfado de manera asertiva y lo mismo podemos hacer con cada una de las emociones que vamos conociendo en nosotros mismos y que se activan con el fluir de la vida.
Por: Marvi Martínez – Rincón del Tibet