RINCÓN del TIBET

BIODIVERSIDAD en TÍBET.

BIODIVERSIDAD en TÍBET.

Un botánico explorador percibió tempranamente a Tíbet como “un gran jardín zoológico”. Al permanecer aislado e inalterado hasta mediados del siglo 20, la vasta tierra de 2.5 millones de kilómetros cuadrados del altiplano es una reserva de innumerables especies que son necesarias para el equilibrio de la vida en el mundo: “Lo que sucede en Tíbet también afecta la biodiversidad global y la vida de la gente en todo el mundo”, afirma el Fondo Mundial para la Naturaleza.

Un paisaje hermoso del Tíbet junto con sus animales de confianza domésticos, yaks

Las estadísticas son asombrosas. Se encuentran más de 12.000 especies de 1.500 tipos de plantas vasculares; los hongos por sí solos, cuentan 5.000 especies de 700 tipos; de las más de 5.000 especies de plantas superiores en 280 familias, más de 100 son plantas leñosas de 300 especies. En el altiplano tibetano existen en total 400 especies de rododendro, lo que conforma alrededor del 50% de las especies totales del mundo. Las más de 2.000 plantas medicinales en estado natural son de inmenso valor y potencial para la ciencia médica.

 

El mundo animal es igualmente rico. Existen 210 especies de mamíferos en 29 familias, los animales endémicos abundan e incluyen el leopardo onza, la oveja azul, el panda gigante, el panda rojo, el mono dorado, el argali tibetano (Ovis ammon), el takin (Budorcas taxicolor), el cervatillo, el antílope tibetano, el yak, la marmota himalaya y la liebre lanuda himalaya. Y aunque el altiplano permanece como un paraíso ornitológico con 532 especies de aves en 57 familias, por lo menos, 37 están en peligro, incluyendo los raros y endémicos, grulla de cuello negro, el tragopán, el faisán tibetano, el gallo de nieve tibetano, el guaco de arena tibetano. Hoy en día más de 81 especies animales en Tíbet están en peligro. El animal más característico, emblemático, el Yak también..

 

El peligro de extinción comenzó con la invasión de China en 1949. En un afán por trastocar el respeto del Budismo hacia todas las criaturas vivientes, en el que el hombre vive en compañía interdependiente con su medio ambiente, los colonos chinos vieron toda la vida silvestre como un recurso económico para el uso y beneficio humano. Esta actitud es la causa subyacente de la rápida pérdida actual de la biodiversidad.

Otra de las especies en peligro de extinción del Tíbet, Chiru o antílopes
Las especies más raras de animales, pájaros y plantas se encuentran en los bosques más templados del este y sudeste de Tíbet, los bosques más antiguos y densos donde las actividades de explotación forestal de tala abierta han sido con mayor intensidad. Con el fin de establecer y alimentar a los emigrantes chinos, las extensas sierras ricas en especies del noreste de Tíbet están siendo convertidas en terreno para cultivo, privando a los nómades de sus tradicionales pastos de pastoreo.

Los mamíferos están en gran peligro debido a la cacería y la caza ilegal, algunos por el valor comercial de su lana, cuernos, pieles, huesos y órganos internos; algunos derribados como trofeos para llevar a casa en China o venderlos como carne. Los peces son dinamitados en los lagos y ríos. Mientras las leyes de conservación de la vida silvestre se encuentran en el sistema legal, su cumplimiento es débil y escasamente impuesto, ya que la vida silvestre es una materia controlada por el estado y, por lo tanto, clasificada como un recurso renovable y explotable.

Puesto que la pérdida de la flora y fauna únicas de Tíbet sería irreversible, el impacto potencial sobre la estructura del sistema de vida del altiplano y sobre el proceso de evolución es de grave preocupación global.

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