RINCÓN del TIBET

Aún te amo…

Aún te amo…

Qué quieres qué diga que no sea cierto?

La verdad es que te amo, más allá de las diferencias, más allá de los problemas y más allá de no estar contigo, tu amor será para mí el que lleve en mi corazón, el nombrado con el título de amor de mi vida. No me contenta no tenerte.

Y sí, algunas veces pareciera que te odiara, pero cómo odiarte si formas parte de mí. Mi actitud responde a que mi amor ya no es correspondido, eso lo entiende mi mente mientras que mi corazón, de la forma más honesta, sin idealizaciones, añora tu presencia.

Será que algún día puedo olvidarte? Será que algún día mi corazón se acostumbra a haberte perdido? Razones para sacarte de mi corazón siempre he tenido, en algún momento pensé haberlo hecho… pero no es así, pero ya no me resisto, lo acepto, te amo aunque no vuelva a estar contigo.

Veo príncipes rodeando mi ser con la intención de hacerme su princesa y yo solo pienso que llegues tú a rescatarme, a rescatarme del peligro de enamorarme, del peligro de despertar de esta ilusión que tengo contigo y que fugazmente mis sentimientos cambien.

Será que le tengo miedo al amor? Será que para mi mente es más sencillo anclarme a tu ser, a tu recuerdo, a tu ausencia, que abrirle paso a una nueva oportunidad, a una libre de limitaciones, una oportunidad llena de sonrisas, de respeto, de presencia y de atenciones… Pero a qué lo puedo tener miedo? A conocer realmente a alguien y que no sea lo que yo deseo, a que resulte tan lastimada como ahora o a que sencillamente no llegue a sentir lo mismo que siento por ti?

Quisiera levantar las cadenas que me he autoimpuesto, la penitencia que estoy pagando, ver hacia adelante sin añorarte, solo aprender de todo esto, aligerar mi equipaje y seguir… Seguir adelante con la certeza de que mi futuro estará lleno de satisfacción, de plenitud, de vivencias y experiencias… Donde por fin entienda que todo es causal, que lo nuestro no funcionó porque la vida nos deparaba algo más adecuado para ambos, que el rompecabeza encaje a la perfección y que la vida me demuestre que este vacío es transitorio y solo me preparaba para valorar lo que vendrá.

Es bien sabido que los apegos son los causantes del sufrimiento y que requiero soltar, dejarte ir… Dejar el espacio libre en mi corazón, pero qué fuerte resulta dejar ir a quien se ama.

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No les creas cuando te digan que te he olvidado

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