RINCÓN del TIBET

El “amor líquido”: la fragilidad de nuestros vínculos

El “amor líquido”: la fragilidad de nuestros vínculos

Como no podría ser de otra manera, siguen apareciendo nuevos conceptos sobre el amor y sobre las relaciones que no hacen más que abrir nuestra mente y mostrarnos una realidad que se va transformando con el tiempo. Atrás quedaron ya las relaciones tradicionales y también el concepto de amor que conocíamos.

Aunque muchas personas siguen creyendo en un único tipo de amor, la verdad es que hay muchos tipos y uno de ellos es el denominado “amor líquido”. ¿Te animas a conocer qué es?

El que abusa de un líquido no se mantiene mucho tiempo sólido

-Charles Augustin Sainte Beuve-

El “amor líquido”

Este concepto ha sido introducido por el sociólogo Zygmunt Bauman, aunque hubo muchos autores que ya lo plantearon anteriormente como Erich Fromm. ¿Cuál fue la necesidad? Etiquetar a un tipo de amor que está siendo cada vez más frecuente hoy en día. Un tipo de relación donde el amor no parece tan sólido, donde todo es frágil y volátil.

Así se define el amor líquido, como aquellas relaciones en las que no existe un verdadero compromiso, ya que son amores que no duran para siempre, que no tenemos en cierta manera “asegurados”, donde la posesión no existe por ningún lado.

En cierto modo “consumimos a las personas”, pues estas salen y entran en nuestra vida… aunque ¿no es esto lo que sucede aunque intentemos evitarlo? Las personas vienen y van, se suben en nuestro tren y tarde o temprano acaban bajando. Poseerlas es algo imposible, quizás el amor líquido sea un amor mucho más real que el que aparece en las novelas románticas.

Todo fluye, todo cambia… Las ansias por encontrar a nuestra alma gemela nos hace vivir en un continuo estado de ansiedad, ¡se me pasa el arroz! Pero… ¿sirve de algo centrarse tanto en ello, preocuparse tanto? Un giro del infiel destino puede volcar todas nuestras espectativas boca arriba y entonces ¿qué?

La fragilidad de nuestros vínculos

Aunque no queramos verlo de esta manera, los vínculos que mantenemos con otras personas son todos muy frágiles. Esto es porque no tenemos en nuestro poder hacerlos fuertes o resistentes. Nosotros somos responsables de nuestros propios vínculos con otras personas, pero no de los vínculos que los demás puedan tener con nosotros.

En cierto modo, nuestra forma de comunicarnos dista mucho de la de hacía algunos años. Ahora, es cierto que estamos más y mejor comunicados, pero también es cierto que con un simple clic eliminamos a personas de nuestra vida, bloqueamos y las hacemos desaparecer de nuestra existencia.

Pero… ¿quieres saber realmente en que se basa el amor líquido? Quizás lo practicas o estemos destinados a practicarlo aunque nos resistamos a ello. Vamos a conocerlo un poco mejor:

  • Las personas establecemos conexiones, más que relaciones: intercambiamos ideas, nos conocemos, compartimos cosas, pero esto llega un momento en que cambia. Tan solo hay que ver lo ya mencionado en las redes sociales. Podemos acabar bloqueados o eliminados y hacer lo propio con los demás.
  • Las relaciones se escapan entre nuestros dedos: no podemos evitarlo, no tenemos el poder para atar a alguien a que mantenga una relación fuerte con nosotros. Todo se escapa de nuestro control y debemos ser conscientes de ello. Esto, a veces provoca que nos sintamos solos, porque no entendemos porqué no tenemos pareja o porqué los amigos nos duran tan poco.
  • Las relaciones finalizan tan rápido como se inician: ¿verdad qué es fácil iniciar una relación? Pues igual de fácil es que esta se termine, lo que pasa es que no somos conscientes de ello. Pero, al cortar nuestros vínculos nos aborda el desánimo, la tristeza y la soledad. La libertad no es algo que sabemos apreciar.
  • Hay personas que ven a otras como “bienes de consumo”: es una visión bastante frívola y que no nos agrada, pero debemos tenerlo en cuenta. Hay personas que, como en la sociedad consumista en la que todos vivimos, ven a los demás como objetos que luego reemplazarán por otros mejores. Esto es algo desalentador, pero que debemos aceptar.

Tan violento, tan frágil, tan tierno, tan desesperado, este amor hermoso como el día y malvado como el tiempo

-Jacques Prévert-

¿Crees que vivimos en un continuo estado de “amor líquido”? La verdad es que todo lo mencionado parece abrirnos los ojos antes una realidad que existe, pero que nos negamos a ver. No es nada malo, simplemente el tiempo ha cambiado. ¿Qué piensas tú sobre ello?

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