RINCÓN del TIBET

A veces debemos enseñar a querer a las otras personas

a querer

Algunas veces somos nosotros quiénes debemos enseñar a querer…

El aprendizaje de la vida es ilimitado, podemos tener muchas experiencias y jamás dejar de sorprendernos por las cosas que la vida nos depara en nuestro recorrido, no importa la edad que se tenga, las vivencias o las creencias, existen muchas personas a las cuales es necesario enseñarles a querer.

El querer lo es todo en la vida. Si queréis ser felices lo seréis. Es la voluntad la que transporta las montañas. Alfred Victor De Vigny

Podemos pensar muchas veces, que a todos nos puede resultar simple amar, conectarnos con alguien y que realmente se haga un vínculo, sin embargo, aunque no lo creamos, muchas personas se cierran a oportunidades maravillosas simplemente porque no se atreven a querer, a aventurarse al amor, no consideran que tienen la voluntad para ello, unas por temor, otras por dudas y una gran mayoría por desconocimiento, pues resulta que hasta el querer verdadero implica un aprendizaje.

Nos topamos con personas llenas de virtudes para dar y además deseosas de recibir, sin embargo, por innumerables razones, terminan saboteando su propia relación y su felicidad, pareciera que no se sintieran merecedoras del amor, que prefieren mantener una distancia prudencial a querer y esto ocurre porque no saben cómo orientarse cuando están enamoradas y tristemente tiran por la borda relaciones valiosas construidas.

No elegí este mundo pero aprendí a querer. Charly García

El querer, como muchas cosas hermosas en la vida, requiere dedicación y tiempo, requiere ser cultivado, nutrido, para que crezca y se fortalezca, pues de otra manera, ocurre como pasaría con cualquier otra cosa que se abandona en la vida, se marchita y pierde vida..

Podemos tener muchas relaciones y muchas veces encontramos la persona indicada, a quien queremos a nuestro lado, y sin embargo, la persona pareciera ir en sentido contrario a la relación, y ocurre que en la mayoría de los casos no tiene la intención directa, simplemente la desconfianza ante el querer, la inexperiencia del disfrute de lo valorado y el gran temor a la pérdida, lo distancian de todo aquello que les resulta pleno junto a quien aman.

El saber no es suficiente, debemos aplicarlo. El querer no es suficiente, debemos hacer. Bruce Lee

Querer, es un arte, como todo debe aprenderse, desarrollarse, sentirse y hacerse parte de nosotros, cuando no contamos con la paciencia y la enseñanza debida, nos volvemos torpes, descuidados, soberbios y endurecidos, no dejamos que el amor traspase las armaduras, nos negamos a aprender algo que nos resulta innato, pues el amor es nuestra esencia.

Cuando nos tomamos el tiempo de enseñar a querer a quiénes deseamos que nos quiera, podremos disfrutar de los hermosos detalles y ver fluir ante nuestros propios ojos, la esencia de ese ser…

Por: Marvi Martínez – Rincón del Tibet

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